Proyectan pavimentar la ruta nacional 51 con inversión privada

El presidente de Capemisa presentó la iniciativa a autoridades nacionales. La propuesta del sector empresario cuenta con apoyo del gobierno de Salta.
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Empresas mineras que tienen proyectos radicados en la Puna salteña y constructoras locales planean pavimentar un importante tramo de la ruta nacional 51, con una importante inyección de capitales privados, en el que sería el primer proyecto de envergadura en materia vial con el esquema "a la chilena" que el gobierno de Javier Milei propuso implementar en Argentina como parte de las medidas de reducción del gasto público ya traducidas con la paralización de muchas de las obras de infraestructura costeadas con fondos nacionales.

Anoche el titular de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (Capemisa), Diego Pestaña, se disponía a presentar la iniciativa ante la secretaría de Minería de la Nación, Flavia Royón, y funcionarios del área de Infraestructura, que desde la semana pasada quedó a cargo del ministro de Economía, Luis Caputo, tras la salida de Guillermo Ferraro.

Así lo adelantó Pestaña ayer en diálogo con El mediodía de Radio Salta. El gerente general de AVG, una de las más de 200 empresas salteñas que tiene nucleadas Capemisa, remarcó que el proyecto de inversión focalizado en el corredor vial que conecta a Salta con el norte de Chile procura poner en condiciones razonables a tramos de la ruta 51 que esperan ser pavimentados desde hace más de 40 años entre San Antonio de los Cobres y el paso internacional de Sico.

"Cansados de tantos anuncios e inicios posibles, probables, y nunca concretados, estamos trabajando en un proyecto de inversión del sector privado en el que participarán empresas mineras y constructoras para asfaltar la ruta 51. Me reuniré en unas horas con la secretaría de Minería, Flavia Royón, y con alguna autoridad de Infraestructura", precisó Pestaña, desde Buenos Aires, en la antesala del encuentro agendado con funcionarios nacionales.

El titular de Capemisa destacó que a la par de la iniciativa privada, que comprendería 78 kilómetros en el área de Abra Chorrillos, la sección más complicada de la ruta 51, "la Provincia ha definido que va a construir el tramo Cauchari-Pocitos". Subrayó que en total serían alrededor de 110 kilómetros de asfalto "que le cambiarán toda la lógica a la Puna que hoy conocemos por las complicaciones que tiene" por el retraso de su infraestructura vial. "Nuestro proyecto, lo que estoy planteando, es hacer la ruta posible y no la ideal. La realidad es que hay una ruta que se quería construir, fantástica, ideal, que estaba muy bien para un país como Noruega o como Suiza, pero la Argentina no la está haciendo y hoy no tiene recursos para hacerlo. Entonces, el planteo es: Hagamos lo posible, no la ideal, que nunca llega. No hay tiempo ya para esperar otros cinco o siete años por un proyecto que quizás no se haga. Necesitamos asfaltar la traza actual con algunas mejoras razonables que le cambiarán la vida a los usuarios de la ruta en la Puna", puntualizó Pestaña.

El referente de Capemisa explicó que el proyecto iría "acompañado por un sistema de peaje" cuyo aporte "pagarán básicamente las empresas" relacionadas a la actividad minera y "no la gente de las comunidades".

Pestaña subrayó que ese sistema de peaje se establecería no solo en relación con la construcción de los tramos pavimentados, sino también después con su necesario mantenimiento.

Pestaña indicó que "la intención es continuar después hacia Tolar Grande (localidad a la que se accede desde Caucharia por la ruta provincial 27) y hasta el Salar del Hombre Muerto. La idea es que de a poco que vayan mejorando los caminos de la Puna, asfaltando los circuitos, porque ello traerá múltiples beneficios. Las empresas aportantes de las obras recuperarán lo invertido con el peaje y contarán, como usuarias, con rutas adecuadas. Las empresas mineras también se benefician, porque el costo de un transporte con asfalto es mucho menor que en caminos de ripio. También habrá mayor seguridad para los proveedores y se evitarán muchos de los accidentes que hoy tenemos y que no son pocos. Del mismo modo se beneficiarán las comunidades de la Puna sin pagar peajes. Lo que debemos hacer es ponernos todos tras el mismo objetivo y trabajar para que las obras se hagan de una vez", enfatizó Pestaña.

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Sobre la inversión que demandaría el tramo proyectado con financiamiento privado, el empresario señaló que se está trabajando en estos días en un estudio fino, pero se estima que "la inversión rondaría en los 30 millones de dólares", un monto significativamente menor en relación con "los 150 millones de dólares originalmente proyectados por Vialidad nacional por obras que nunca se hicieron".

"Lo que queremos es que las obras no se sigan dilatando años a año y que en el medio se siga matando gente. Si esta es la forma, bien. Si hay otra forma en la que financie la Nación, pero rápido, fantástico. El tráfico en la Puna se multiplicó en los últimos tiempos y se duplicará o triplicará en los próximos años, porque entrarán en producción tres grandes proyectos de litio, luego vendrán las ampliaciones previstas en esos tres proyectos y la construcción de otros tantos", resaltó Pestaña.

Por el estado de la ruta 51 y otros caminos de la Puna, un viaje en camión desde Salta sale hoy 3.000 dólares. Con mejores vías, según estimaciones del sector, costaría US$1.800. Las condiciones de transitabilidad se traducen actualmente en un sobrecostos de 40% en los fletes que mueven los proyectos metalíferos de la región. La anacrónica infraestructura vial y ferroviaria del departamento Los Andes es otra de las limitantes que enfrenta la minería en su vertiginoso desarrollo.

Fuente: El Tribuno

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