Aguilar: ¿será cosa de mandinga la reserva? Por Waldo Chayle
La mina tiene más de 90 años de explotación. En todos esos años, indudablemente, por diversos motivos, ha tenido épocas favorables y otras desfavorables, por ejemplo, estaban cuestiones políticas desfavorables, precios de minerales muy bajos, conflictos con los trabajadores, expectativas propias de la empresa.
Mina Aguilar ha sido comprada y vendida muchas veces por diferentes cuestiones, sin embargo, nunca se vendió por haberse agotado el recurso mineral.
En el año 2005 la mina ha sido comprada por el grupo suizo "Glencore" que en pocos años redujo considerablemente la planta laboral. En el año 2020 la empresa determina el cese de explotación por agotamiento del recurso mineral y en 2022 el "Grupo Integra" compra la mina y reactiva la explotación, como si no hubiera existido el agotamiento de la reserva mineral.
Actualmente Mina Aguilar se encuentra en explotación del mineral. Estamos todos contentos porque se reinicia la actividad minera y nuevamente se pone en movimiento el beneficio para muchas personas, para el Estado provincial y nacional.
En principio parece lógico que una empresa venda a otra su yacimiento mineral, porque en definitiva es un negocio. El problema es que la empresa vendedora dijo que el recurso minero estaba agotado, en consecuencia no continuaban con la explotación y obviamente la situación ha generado problemas, por ejemplo social, porque tuvieron que dejar sin trabajo a casi todo el personal, muchos tuvieron que emigrar para buscar otras fuentes de trabajo. Entregaron el hospital al Gobierno de la provincia. Los prestadores de servicios quedaron sin trabajo, las comunidades originarias que recibían asistencia como parte de responsabilidad empresarial se diluyó, los gobiernos nacional y provincial no recibieron los beneficios económicos como consecuencia de la finalización de explotación minera.
Aparte de la euforia por la reactivación minera, surge un interrogante difícil de encontrar un esclarecimiento coherente para explicar el agotamiento del recurso minero y transcurrido aproximadamente un año, nuevamente aparece el recurso minero para continuar la explotación. Al no existir una definición, en los diferentes medios de comunicación, buscamos una explicación técnica. Los recursos minerales no son renovables, esto significa, que una vez agotado el recurso no puede reproducirse el mineral. Si fuese un recurso renovable podríamos sembrar mineral y después de un tiempo volvemos a tener mineral para la explotación, en el caso Aguilar, obviamente no es renovable.
Nos queda la posibilidad de creer en los mitos o leyendas. Estamos transitando pleno siglo XXI, por eso es difícil pensar en esa posibilidad. Sin embargo en la región andina todavía existen casos de mitos, leyendas.
Desde la época de la colonia posiblemente desde los incas, la Pachamama es la Madre tierra, la que provee a los humanos los alimentos requeridos y todo lo necesario para su sustento y contrariamente, en el subsuelo o inframundo, la creencia, sostiene que el dueño es el Tío y lógicamente para poder acceder a los minerales deben pedir permiso al Tío, además, le piden que los proteja para no tener accidentes y no haga desaparecer la mineralización y si es posible que les provea de mucho mineral. Estos pedidos lo realizan a través de ceremonias a una imagen grotesca de barro que representaba al diablo (Tío). En la ceremonia, los mineros se sientan en el suelo alrededor de la imagen y comparten con el Tío, cigarrillos, alcohol, coca y encienden velas.
Mina Aguilar, el yacimiento con más de 90 años de explotación minera, sorprendió con la reactivación, porque manifestaron que estaba agotado el recurso mineral.
Fuente: El Tribuno