Riesgos geológicos por lluvias del cambio climático
En Jujuy el cambio climático ha generado en los últimos años, un problema de sequía, podría continuar o agravarse la situación y comenzaríamos a tener problemas para abastecimiento de agua en el agro, ganadería, industria y consumo de la población.
Tenemos que admitir que estamos en una región de sequía frente al cambio climático. También debemos admitir la posibilidad de algunas lluvias que serán diferentes a las que estamos acostumbrados los jujeños, porque las precipitaciones pluviales ocurrirían en sectores aislados, pero con una gran concentración de agua en poco tiempo, provocando serios inconvenientes sobre el terreno en perjuicio de la población.
En la superficie de la provincia de Jujuy, se encuentran importantes acumulaciones de sedimentos (roca destruida naturalmente al tamaño de arena, ripio, arcillas, escombros), semiconsolidados o sueltos, originados en los últimos períodos geológicos.
En caso de precipitaciones pluviales abundantes en algunos sectores de la provincia, comenzaría la movilización de los sedimentos conformando los llamados flujos de barro o escombros, inundaciones, deslizamientos. Estos fenómenos pueden ocurrir en pequeños o grandes volúmenes y obviamente en este último caso es cuando genera problemas a la población porque puede afectar cultivos, viviendas, animales y todo tipo de obra viales.
Los eventos de lluvias se presentarían con diferentes resultados según las regiones geográficas. Por ejemplo Puna, Cordillera Oriental (Quebrada de Humahuaca) y Sierras Subandinas (valles de la ciudad capital, Los Pericos y región conocida como el Ramal), porque cada una de ellas presenta características geológicas distintas.
En la Puna los flujos de barro o escombros serían frecuentes por las características geológicas, pero por la baja densidad demográfica, los riesgos geológicos por lluvias son muy bajos. Los salares de Olaroz y Cauchari se transformarían en grandes lagos, con muchos inconvenientes para la explotación de litio. La laguna de los Pozuelos también estará cubierta de agua, hasta cercanías de la localidad de Pan de Azúcar. Las Salinas Grandes y Guayatayoc también se cubrirán de agua, particularmente Salinas Grandes, con problemas para explotación de sal común.
La Cordillera Oriental tendría más problemas que las otras regiones. En primer lugar, porque es un territorio bastante poblado. En general con relieve abrupto de pendientes elevadas y los sedimentos acumulados tienen grandes volúmenes y están presentes a lo largo de toda la cuenca, particularmente en las cercanías del río Grande y de algunos valles secundarios. En la Quebrada de Humahuaca, podemos observar en épocas de lluvias la generación de flujos de barro o escombros, inundaciones, provocando inconvenientes en rutas y asentamiento humano, en diferentes sectores, pero se magnificarían en caso de tener lluvias abundantes como consecuencia del cambio climático global.
En Sierras Subandinas, los fenómenos comunes serían de deslizamientos y flujos de barro o escombros desde los flancos de las diferentes serranías y las inundaciones en las superficies con escasa pendiente y en áreas ubicadas en proximidades de ríos.
Considerando un posible escenario de riesgos geológicos por la presencia de lluvias copiosas en tiempo reducido y la geomorfología de la provincia, es necesario que la población esté concientizada frente a esos fenómenos potenciales.
Fuente: El Tribuno