Cómo la minería puede realizar la transición hacia las energías renovables
El próximo año, las inversiones mineras en la región estarán focalizadas en la implementación de medidas de descarbonización, según consignó la Encuesta Minería 2023 de BNamericas.
Este enfoque no solo permite a las empresas evitar riesgos como las barreras del mercado o la pérdida de la licencia social para operar, sino que representa una oportunidad para conformar asociaciones y mejorar las condiciones de financiamiento.
En esta entrevista, BNamericas conversó con el abogado Benjamín Torres-Barrón, líder del grupo de práctica de proyectos en energía, minería e infraestructura de Baker McKenzie en la región, para indagar cómo la minería latinoamericana lleva adelante su propia transición energética, qué tan avanzada está la opción de la energía renovable y cuáles son los retos y oportunidades que trae la crisis climática.
BNamericas: ¿Qué tendencia se observa en la minería latinoamericana en lo que respecta al suministro de energía renovable?
Torres-Barrón: Los acuerdos de compra de energía [PPA] son cada vez más populares en las empresas mineras debido al impulso hacia la transición energética y a que permiten tener un suministro de energía económico sin la necesidad de invertir capital en la adquisición de plantas. Sin embargo, hay factores que afectan la decisión de los PPA como el hecho de que muchos proyectos mineros se ubican en áreas remotas, donde las opciones de suministro energético son limitadas y no existe acceso a la red eléctrica. Al no controlar la disponibilidad y la confiabilidad de la infraestructura, a menudo se requiere el autoabastecimiento.
BNamericas: Entonces, ¿se prevé un aumento de los PPA de fuentes renovables en la región?
Torres-Barrón: Si bien se observa un impulso hacia las energías renovables, esto no significa necesariamente que veremos un aumento de los PPA de fuentes renovables tradicionales. Las empresas mineras están analizando estrategias comerciales para diversificar su energía y atender la intermitencia. Existe una tendencia regional en que la decisión de compra de energía debe encontrar un equilibrio entre variables como el costo, infraestructura, acceso a la red, seguridad, confiabilidad, inversión de capital, ubicación, objetivo comercial y modelo del negocio.
BNamericas: ¿Seguirán las mineras considerando al carbón como un combustible?
Torres-Barrón: La industria minera latinoamericana consume una gran cantidad de energía y es una importante fuente de emisiones de carbono, siendo los combustibles fósiles la principal fuente de consumo de energía. La oferta y la demanda de carbón siguen siendo altas, pero es discutible si aumentarán, ya que no existen señales claras si el consumo o la inversión en los combustibles fósiles seguirá aumentando con el panorama cambiante y la aceleración de las energías limpias.
BNamericas: Además de la lucha climática, ¿por qué es relevante avanzar en la adopción de energías renovables?
Torres-Barrón: La minería necesita energía renovable para reducir sus costos energéticos, ya que la extracción de minerales requiere cada vez más energía y este ítem representa un gran porcentaje de sus gastos operativos. Cambiar a energías renovables no solo es importante para los planes de emisiones netas cero de las mineras, sino también por ser una opción económica.
Se necesita diversificar las fuentes de suministro con energías renovables para obtener la energía necesaria y reducir los costos, aunque esto no significa que el carbono deje de ser un combustible para las empresas mineras en la región. Es solo un cambio en el consumo y en las estrategias de los negocios.
Los gobiernos, bancos, inversores y empresas mineras muestran, en general, interés hacia los combustibles alternativos y la disminución en la demanda mundial de carbón podría provocar una estabilización o incluso una disminución en el consumo. Sin embargo, todo dependerá de factores como la demanda y la oferta, la regulación, temas sociales, políticos y medioambientales y, sobre todo, los componentes económicos.
BNamericas: ¿De qué manera la transición energética está cambiando el mercado minero regional?
Torres-Barrón: La transición a energías limpias requiere importantes minerales y materiales críticos, y la movilidad eléctrica, las ventas de coches eléctricos y los sistemas de almacenamiento energético son tendencias crecientes. Del mismo modo, las instalaciones solares fotovoltaicas y la energía eólica están creciendo significativamente. Todos estos sectores aumentan la demanda de minerales críticos y llevan a un menor enfoque en la extracción de carbono.
América Latina produce varios minerales esenciales para las tecnologías de energías limpias y podría aprovechar su bien establecido sector minero para diversificarse hacia nuevos minerales y ayudar al mercado a evitar las deficiencias. Si bien un gran porcentaje de la producción mundial de cobre está en Chile y Perú, y la de litio en Argentina y Chile, esto no toma en cuenta a los países que tienen potencial para la exploración o con recursos aún no explotados como Brasil, México y Colombia. Hay muchas áreas de oportunidad que podrían hacer crecer al sector a nivel regional.
BNamericas: ¿Qué medidas de descarbonización están adoptando las mineras en América Latina?
Torres-Barrón: Bajo la presión de los inversores, gobiernos y clientes, muchas empresas mineras ya han fijado metas de cero emisiones para 2050, y algunas de las mayores reducciones de emisiones directas vendrán del cambio a energías renovables. América Latina es muy prometedora en la extracción y procesamiento de minerales críticos que pueden contribuir a garantizar un suministro confiable a largo plazo para la transición energética, e inversiones adicionales podrían abrir nuevas vías para el crecimiento de tecnologías de energía limpia y la diversificación energética.
La abundante disponibilidad de recursos de energía limpia, como la hidroeléctrica, solar y eólica, brindan a la región una ventaja competitiva para construir un sector minero con bajas emisiones de carbono. Además, el costo de la energía solar y eólica están disminuyendo en comparación con los altos precios de los combustibles fósiles, motivando a las mineras a construir su propia capacidad de generación renovable o a comprar a empresas que ya utilizan tecnologías renovables, particularmente a medida que la intensidad y el consumo de energía en la minería aumenta.
BNamericas: ¿Qué desafíos enfrenta la minería regional en el suministro y consumo de energías renovables?
Torres-Barrón: Si bien la creciente demanda brinda oportunidades de crecimiento para la industria, la volatilidad de los precios, los problemas en la cadena de suministro y las preocupaciones políticas crean una combinación de riesgos. Se observa un aumento en los costos de inversión y en los riesgos por la falta de suministro.
Por ello es fundamental garantizar una energía confiable y segura para la mina, especialmente cuando existen riesgos laborales relacionados con la intermitencia. Aquí es donde debieran adoptarse las energías renovables y tal vez sea necesaria la combinación de fuentes de energía convencionales. Por otra parte, está el desafío de la disponibilidad de terrenos para ubicar los activos de energías renovables. A menudo no hay suficientes terrenos para la generación de energía solar fotovoltaica o para instalar turbinas eólicas en el sitio minero. También ocurre que el terreno necesario para los proyectos renovables tiene potencial mineral.
Por otra parte, muchos sitios mineros no están ubicados cerca de una red eléctrica, y la inversión en energías renovables requiere una buena infraestructura. La industria minera latinoamericana podría integrar más energías limpias e incluso expandirse hacia la electrificación total de las minas, pero se deben mejorar las conexiones a la red eléctrica y construir subestaciones y redes adicionales para instalar o contratar capacidad de energía renovable.
Para aprovechar el potencial, la minería debe educarse en energía renovable, aumentar la investigación y el desarrollo, invertir en tecnología e infraestructura y adherirse a los nuevos altos estándares ambientales, sociales y de gobernanza, y también buscar formas de generar beneficios tangibles para las comunidades locales.
Fuente: bnamericas.com