Joyerías sanjuaninas: Con el oro por las nubes, las joyas de la abuela "salvan" la fiesta

La onza de oro roza su valor histórico y el peso está devaluado. ¿Cuales son las estrategias para que el metal siga presente en casamientos,15 y bautismos?
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Por Elizabeth Pérez

La onza de oro, que es la unidad de medida mundial de 31,1 gramos; trepó a 1.948,50 dólares el 1 de septiembre en los mercados financieros, rozando sus máximos valores históricos. En lo que va del 2023 el precio del metal dorado ha subido 6,56% y comparado con un año atrás se encarecio un 14,31% en dólares. Con el peso devaluado y ante la disparada del precio del metal más buscado para expresar el amor, ¿qué pasa en San Juan con la venta de alianzas para bodas, aritos de bebés y dijes o anillos para las quinceañeras?

El termómetro de las joyerías sanjuaninas indica que, aunque las ventas no son las de antes, a pesar de los altos costos el sanjuanino mantiene la tradición de seguir regalando oro para los momentos más trascendentes de su vida, como forma de demostrar amor.

Claro que, al ritmo de estos tiempos, la tendencia ahora es el reciclado de joyas viejas, los anillos delgaditos, o la combinación con otros metales para abaratar los costos.

“Mucha gente recurre a las joyas de la abuela”, aseguró Eduardo Grossi, dueño de una de las joyerías tradicionales de la provincia. “Les hacemos las alianzas con su propio oro, con la cadena que le regaló la abuela, el prendedor o el anillo de los quince. Todo se funde y se hacen las alianzas", dijo el comerciante.

Hay mucha gente que lo que único que hace es pagar la hechura, recicla lo que tiene viejo.

Si no tienen la suerte de tener alguna alhaja de oro guardada, solo los que tienen un poco más de “espalda” compran las alianzas de oro. De lo contrario, buscan combinaciones con metales más económicos.

Rolando Ovalles, desde la Joyería Coscia, asegura que ahora se vende más una alianza que viene combinada con plata y oro, y así se ahorra en el precio. “Eso sí, a medida que va pasando el tiempo y la situación económica en general se vuelve más complicada, las joyas que se venden son más livianas. Muy, muy livianitas”, dijo el joyero.

En el caso de los aritos de bebés, se venden más lo que solo tienen la aguja abridora de oro y es resto es todo enchapado, para abaratar costos. O sea, se baja la cantidad de oro, pero en San Juan se sigue comprando. “Sí, se siguen vendiendo los aritos abridores para los bebes, se siguen casando, se siguen haciendo comuniones y las chicas festejan sus 15 años y siempre el artículo de oro está presente”, aseguró Ovalles.

Precios “saladitos”

A un valor de entre $53.000 y $55.000 el gramo, los precios de los anillos de bodas son para pensar. Un par de alianzas de 3 gramos arrancan en los $140.000 o $150.000, y hacia arriba no tienen tope: todo depende del modelo que se elija. Un poco más gruesas, rondan entre los $280.000 y $340.000, según si van grabadas, con estuche y con factura.

En el rubro del oro, cuyo precio fluctúa diariamente, no hay mucha financiación: máximo tres cuotas con interés con tarjeta de crédito .

El precio de los aritos de bebés va desde los $25.000 hasta $75.000. Si tiene solo la aguja de oro y el resto es enchapado se pueden conseguir desde $15.000.

Costumbres que quedaron en el olvido… a la fuerza!

Los altos costos, la ausencia de fiestas elegantes y la inseguridad impactaron en las costumbres sanjuaninas, aseguran en las joyerías. Por ejemplo, desapareció la venta de los anillos, las cadenas o las pulseras gruesas, tal como eran las alhajas que acostumbraban a comprar los sanjuaninos años atrás.

“Esta joyería tiene 100 años en San Juan, va por la tercera generación. Y mi suegro, Don Carlos Coscia; nos contaba que cuando una maestra se jubilaba, le regalaban una medalla que por lo menos pesaba 15 gramos de oro. Eso cuesta hoy $900.000”, contó Ovalles.

Otra tradición que desapareció era que cuando las maestras cobraban el aguinaldo se compraban los famosos brazaletes anchos de oro. Ahora con un aguinaldo apenas alcanza para un dije de los mas chiquitos.

También se usa cada vez menos regalar una pulsera de oro por cada aniversario de casado: los pocos que siguen con esa costumbre buscan ahora alguna aleación

Fuente: Tiempo de San Juan

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