Proyecto regional MinSus busca apuntalar minería sustentable en Latinoamérica

Para garantizar que la creciente demanda de minerales críticos no sea satisfecha a costa del medioambiente y los derechos humanos, la Cepal y el ministerio de cooperación económica y desarrollo de Alemania establecieron el proyecto de cooperación regional para la gestión sustentable de los recursos mineros MinSus.
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BNamericas conversó con Cristina Muñoz, asesora técnica de MinSus, sobre el estado de la minería sustentable y los planes ligados a la iniciativa.

BNamericas: ¿Cuáles son los principales objetivos de MinSus? 

Muñoz: Impulsamos mejores prácticas mineras y cadenas de suministros responsables y sostenibles, especialmente ahora cuando los minerales críticos y estratégicos se han vuelto imprescindibles para la transición energética, las agendas de sostenibilidad y los objetivos climáticos globales. 

Específicamente buscamos prevenir los potenciales impactos negativos de la minería sobre los derechos humanos y el ambiente y, en caso de que acontezcan, nos enfocamos en su remediación.

BNamericas: ¿Cuáles son los impactos más recurrentes de la minería?

Muñoz: Están relacionados con la contaminación o con un uso indebido de los recursos naturales como el agua. Aquí colaboramos estrechamente con la BGR, que es el instituto federal de geociencias y recursos naturales de Alemania, en la remediación de los pasivos ambientales o en planes y políticas para el cierre de minas. 

También trabajamos en maximizar los beneficios del proyecto fomentando los encadenamientos productivos, la innovación y el uso de tecnologías. Además, buscamos fortalecer el empleo con enfoque de género para que cada vez existan más mujeres en el sector.  

BNamericas: ¿Cuál es la participación femenina en la minería a gran escala en América Latina?

Muñoz: Se mueve en torno al 10-15%, variando entre los países, pero aún estamos lejos de países tradicionalmente mineros, como Australia o Canadá. En la minería de Chile y Colombia esta representa un 14%; en Argentina, un 10,4% y en Perú baja a 6,8%. 

A la fecha ningún país de la región ha superado el 20% en la gran minería. 

BNamericas: Chile, a través del Ministerio de Minería, suscribió un acuerdo con Alemania para impulsar la sustentabilidad en la minería y la incorporación de tecnología… 

Muñoz: Sí. El ministro alemán, Olaf Scholz, estuvo en Chile, Brasil y Argentina con interés de formar acuerdos de minerales críticos con países que respeten los derechos humanos. 

Europa está buscando reducir la dependencia de China e impulsar una minería sustentable en la región mediante acuerdos principalmente bilaterales, pero no aún a nivel regional. El portafolio podría ser mayor. Este tema, junto al hidrógeno verde, la creación de una política de recursos naturales y el aumento de la participación laboral femenina son prioridades para el Gobierno alemán. 

BNamericas: ¿Están interesadas las mineras en las medidas sostenibles?

Muñoz: Cada vez más empresas se adhieren a estándares y certificaciones [globales] para diferenciarse, no solo por sus competidores, sino por los inversores que lo exigen. Es un nuevo mínimo. 

Cerca de 200 minas en la región andina estarán pasando en los próximos años por algún tipo de certificación, como Copper Mark o la [iniciativa para el aseguramiento de la minería responsable] IRMA. Y ya varias empresas son parte del [Consejo Internacional de Minería y Metales] ICMM.

Si bien hoy estas certificaciones son voluntarias, la tendencia global es ir transitando a la obligatoriedad, especialmente porque la licencia social está siendo cuestionada y se han visto bloqueos por parte de comunidades. Las empresas deberán comprobar que están desarrollando una producción verde para evitar el escrutinio social y de los inversores. 

BNamericas: ¿Cómo MinSus colabora en promover las mejores prácticas mineras?

Muñoz: Trabajamos con el sector público, ministerios, la sociedad civil, la academia, las defensorías del pueblo, empresas y en alianza con otras instituciones multilaterales para generar sinergias. Promovemos políticas públicas y normatividad. Por ejemplo, un tema que se viene es el reciclaje y el cierre de minas porque aún existen incógnitas regulatorias. 

Estamos entregando asistencia técnica sobre el proceso de la transición energética, los minerales críticos, cómo lograr un mejor posicionamiento, siempre a través de diálogos con los distintos actores. 

BNamericas: ¿Cómo logran un terreno neutral para beneficiar tanto a empresas como a comunidades? 

Muñoz: Uno de los motivos de conflictividad es el acceso a la información, y que sea transparente, accesible y entendible. Cuando existen instancias de oposición a la minería, generamos puentes de conversación y proporcionamos información técnica que muchas veces permite desmitificar prejuicios o percepciones infundadas. Por ejemplo, en litio, el uso del recurso hídrico es muy complejo porque existen diversos estudios técnicos y resulta difícil comprenderlos. Entonces, ¿quién es realmente el responsable de esos impactos?

BNamericas: ¿Qué otros obstáculos existen en materias de sostenibilidad?

Muñoz: Los procesos políticos, la economía, la inflación y la falta de una normativa o ley de gestión integrada de conflictividad social. Hay esfuerzos interesantes. En Perú, la Presidencia del Consejo de Ministros y sus mesas de diálogo son una herramienta institucionalizada, pero realmente no hay una política de gestión detrás. 

Faltan medidas de prevención de conflictos para evitar que constantemente se esté reaccionando con urgencia. Junto a ello, el acceso a la información y el cambio institucional y político en la región son tremendos desafíos. 

Hemos visto como en Perú, Colombia y Ecuador los ministerios sectoriales cambian o existe un contexto político adverso. Esto hace difícil desarrollar planes a mediano y largo plazo. 

BNamericas: ¿Cómo operará el plan de MinSus en infraestructura hídrica compartida entre Chile y Perú? 

Muñoz: Estamos evaluando el tema con expertos y autoridades tanto de Chile como Perú, ya que el estrés hídrico ha empujado a las mineras a desarrollar sus propias infraestructuras [desaladoras] de forma autónoma y desconectada del resto del territorio. 

Han surgido interrogantes sobre los impactos socioambientales y qué pasará con la infraestructura cuando termine el proyecto minero. El Ministerio de Minería en Chile está muy interesado en esta temática, pero requiere articulación con otras autoridades, ya sea del agua, agrícola, etc. 

En otros países, como Israel o España, existen ejemplos de infraestructura compartida que podrían implementarse con apoyo público-privado en la región. 

BNamericas: ¿En qué consisten los clubes de carbono propuestos? 

Muñoz: Es un tema que aún se está aterrizando en el Acuerdo de París. Se posibilitaría que un emisor de CO2 que emite más de lo permitido compre [certificados de carbono] a otra parte que emita menos para compensar. Existe la posibilidad de que se generen clubes de carbono entre países o regiones, para ir compensando las emisiones globalmente. La idea es explorar opciones y tener una hoja de ruta en este tema.

Fuente: bnamericas.com

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