La perforación en tiempos de cepo
LA PERFORACIÓN EN TIEMPOS DE CEPO
MANUEL NOVOA*
Actualmente la industria de la perforación no es ajena a los problemas que enfrenta la industria minera como conjunto, la tan renombrada “falta de previsibilidad”.
En la actualidad, Argentina atraviesa por grandes problemas y desafíos, en este escenario (y en muchos otros) la minería es una industria clave porque aporta: 1) a las reservas al Banco Central de la República Argentina; 2) a las arcas del Estado y, no menos importante, 3) provee empleo de calidad (sólo por mencionar algunas características destacables). No obstante, aún se encuentra a la espera de algún guiño o tratamiento diferencial, como lo tuvo el Agro, que le permita continuar afianzándose como uno de los sectores más preponderantes de la matriz productiva argentina.
Es sabido por todos que grandes inversiones como las que implica la Minería, requieren de grandes certezas para poder materializarlas, lo cual se traduce entre otros aspectos en estabilidad fiscal, cambiaria, legal, etc. El grueso de la actividad minera en el país no se canaliza por medio de inversores locales, y ello se justifica en parte por el desconocimiento que se tiene sobre la misma a la vez que motivado por las ingentes inversiones que requiere (existe un alto riesgo de perder sus inversiones y de no poder concretar en algún momento la construcción de una mina o venta de un proyecto, en caso de no concretar descubrimientos geológicos de interés).
La disparidad y multiplicidad de alternativas cambiarias existentes, desde luego son perjudiciales para un país que aspire a ser previsible y confiable (aspecto imprescindible para la comunidad inversora internacional). Minas en producción venden/exportan sus productos a mercados internacionales recibiendo por ello dólares que deben ser convertidos al tipo de cambio oficial del Mercado Único y Libre de Cambio (MULC). Sin embargo, deben comprar bienes e insumos requeridos en sus procesos productivos, en muchos casos, a tipos de cambio alternativos, sustancialmente más elevados al oficial, lo cual atenta contra su rentabilidad y continuidad.
El negocio de las perforaciones no es ajeno a esta realidad, se perjudica directamente ante los problemas existentes para importar herramientas/insumos/equipos (que el país no produce) e indirectamente a raíz de los desafíos que enfrentan los productores/minas y compañías mineras junior, quienes pierden capacidad para seguir sumando recursos y reservas vía actividades de exploración/perforación.
Como es sabido el país adoptó recientemente un nuevo sistema para canalizar sus procesos de importación, el cual no está proveyendo una solución al sector, sino al contrario. Foraco, como otras perforistas, enfrentan períodos de importación que pueden superar los 150 días, lo cual torna cualquier trabajo que se quiera emprender en una empresa más que desafiante.
Es una cadena o círculo vicioso donde el productor/mina no obtiene una rentabilidad acorde a su inversión (mucho menos previsibilidad para sus operaciones a la vez que ve amenazada muchas veces la estabilidad fiscal consagrada en la Ley 24.196 de promoción a dicha industria) y por ende posterga o elimina sus planes de exploración/perforación. Las compañías mineras junior ven con temor la situación general y sus inversores se replantean sus actividades en el país. Los perforistas tienen infinitos problemas en sus cadenas de suministro y sus trabajos disminuyen la intensidad o inclusive deben detenerse. Como consecuencia, en un país con alto índice de desocupación, algunas personas pueden perder sus trabajos a raíz de todo ello (recordemos que la industria de las perforaciones es intensiva en cuanto a la incorporación de mano de obra en sus operaciones), el Estado pierde recaudación y volviendo a la punta del hilo, las mineras exportan menos y por ende el Estado atesora menos dólares en sus reservas ... lo cual es uno de los principales problemas actuales.
Todo esto tiene solución, pero alguien deberá pagar el costo de las decisiones difíciles que deben tomarse, y en un año electoral como el actual, corremos el riesgo de no ser testigos de ello y la actividad minera, en la cual San Juan tiene todas las posibilidades de continuar destacándose, perdería otra oportunidad, con independencia de la buena voluntad política e intenciones que existan a nivel provincial.
*Gerente de Foraco San Juan
Fuente: MINING PRESS/ENERNEWS