Encomenderos mineros de la Puna en la época colonial, Por WALDO CHAYLE Geólogo

Jujuy 31/07/2022 Por Minería Sustentable
Los Encomenderos en la Puna jujeña, comenzaron con trabajos mineros, después de la fundación de Jujuy en el año 1593.
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La Encomienda era un sistema utilizado para optimizar la explotación de los recursos. Entregaban una cantidad de indígenas, con la obligación de trabajar, a españoles destacados en el proceso de conquista y colonización y en retribución quedaba encomendado de protegerlos e instruirlos en la doctrina cristiana.

Las primeras Encomiendas fueron otorgadas en 1540 por Francisco Pizarro a Martín Monje en la Puna y a Villanueva en la región de Humahuaca, pero no las ocuparon, por diversos conflictos de la época, hasta después de la fundación de Jujuy en el año 1593. El hijo de Martín Monje, Lorenzo de Aldana, se hizo cargo de la Encomienda y ha explotado minas en la región de Cochinoca, particularmente en la Serranía de Queta. Luego la Encomienda paso a manos de Cristóbal de Sanabria que ha continuado con la explotación de las minas.

A Pablo Bernárdez de Ovando, hacendado de Yavi y otras regiones, por su activa participación en las guerras de ese tiempo, le otorgaron en 1654 las Encomiendas de Casabindo y Cochinoca y en 1657 fue designado Justicia Mayor del Valle Rico, denominado de ese modo por su riqueza en oro y corresponde a la región de Rinconada.

A partir de esa época, Ovando pasa a tener el control total de la Puna y de sus yacimientos minerales. Como consecuencia de ese poder, Ovando era Encomendero y autoridad en la Puna, en consecuencia él podía registrar minas propias y las de otros declarantes y también podía resolver conflictos a favor o en contra, incluso de mineros provenientes de Charcas (Bolivia), no había modo de saber si procedía correctamente.

Los minerales preferidos eran el oro, plata y cobre. Los depósitos más trabajados eran, el oro aluvional, por su fácil explotación, requiere acumular el aluvión y lavar para obtener el metal. En las minas de plata, explotaban las vetas hasta profundidades que las técnicas y herramientas le permitían, similar trabajo, ocurría con el cobre y vetas auríferas.

Después de la muerte de Ovando, Juan José Campero contrae matrimonio con la hija y termina heredando todo lo que tenía Ovando, incluso las encomiendas de Casabindo y Cochinoca. Campero era ambicioso igual o más que Ovando, continuo con la explotación de minas entre otras actividades. Campero tenia algunos conflictos políticos y religiosos, entonces logro algunos acuerdos de tipo económico con los Jesuitas, entre esos acuerdos, los Jesuitas residentes en Tarija debían visitar Yavi una vez por año y desde esta localidad hacían recorridos por toda la Puna Jujeña realizando oficios religiosos en las iglesias construidas por Campero, quien en 1708 tuvo el título de Marqués del Valle de Tojo (Yavi). A partir de Campero, los Marqueses tuvieron la Encomienda de Casabindo y Cochinoca hasta la llegada de la Independencia de nuestro País.

Esa era la actividad de los religiosos, por lo tanto, es imposible que hubieran realizado trabajos mineros en algún sector de la Puna. Este detalle es importante, porque algunos investigadores sostienen, por ejemplo, que los hornos de fundición encontrados en el Yacimiento de Mina Aguilar, habrían sido utilizados, para la fundición de minerales extraídos por los Jesuitas, provenientes desde Yavi.

El abuelo del beato jujeño Pedro Ortiz de Zarate, heredo la Encomienda de Villanueva, posteriormente, la heredo el padre del Beato, también disponían de tierras en la región del norte jujeño. Los límites de las Encomiendas de la Puna y de Humahuaca no estaban bien definidos, por lo tanto el padre del Beato, realizaba trabajos mineros en sectores de la Puna oriental.

 El Tribuno

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