"La minería tiene un potencial enorme para crear polos de desarrollo federal y descomprimir nuestros principales centros urbanos", sostuvo Rajzman

APU dialogó con Nadav Rajzman, director nacional de Promoción y Economía Minera, del ministerio de Desarrollo Productivo.
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Por Enrique de la Calle

AGENCIA PACO URONDO entrevistó a Nadav Rajzman, economista y director nacional de Promoción y Economía Minera del ministerio de Desarrollo Productivo. ¿Cuál es el impacto de la actividad sobre las provincias? ¿Crea mucho empleo? ¿Qué pasa en provincias como Catamarca, San Juan, Santa Cruz, Salta o Jujuy? "Muchos países mineros, como Canadá o Australia, usan a la actividad como forma de arraigar su población a territorios más alejados", describió.

APU: En un hilo en Twitter, destacaba un aspecto de la minería no tantas veces señalado en el debate. Esto es: que es una actividad que desarrolla proyectos muy lejos de los centros urbanos (ni hablar de AMBA), donde no suele haber otro tipo de actividades. ¿Es así?

Nadav Rajzman: Totalmente. En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) -que representa menos del 0,5% de la geografía del país- vive alrededor del 35% de los habitantes del país, lo cual habla de una importante injusticia en la distribución federal de las oportunidades de desarrollo. Existen muchas regiones donde los lugareños se ven obligados a migrar a los grandes polos urbanos, donde se ubican las actividades productivas y comerciales, donde más oportunidades existen para conseguir un trabajo y de alcanzar condiciones de vida dignas.

En provincias mineras, como Santa Cruz o San Juan, esta actividad representa el 11% y 4% del empleo privado registrado, respectivamente. Ahora bien, observando dónde tiene lugar dentro de cada provincia, estos números cobran mucha mayor relevancia: en Catamarca la actividad tiene lugar en la Puna y en algunos departamentos de la zona oeste de la provincia, mientras que la mayoría de las actividades de la provincia -entre ellas la olivícola, la agropecuaria y la textil- se desarrollan en los departamentos que componen la zona central o este; lo mismo pasa en Jujuy, donde la actividad agrícola y tabacalera tienen lugar en la zona de los Valles y Yungas, mientras que la minería se desarrolla en la Puna y la Quebrada; en San Juan, la mayor parte de las actividades se ubican al centro / sureste de la provincia, mientras que la minería al noroeste en los departamentos de Jáchal, Calingasta e Iglesia.

APU: ¿Son actividades en zonas alejadas y con salarios muy altos?

Nadav Rajzman: La minería tiene varios efectos multiplicadores significativos, como lo son su elevado nivel salarial y capacidad de generar eslabonamientos a través de proveedores de bienes y servicios para la actividad. Desde ya hace algunos años que el sector es el mejor remunerado de todas las actividades de Argentina, durante el primer semestre 2021 la minería metalífera tuvo un salario 2,5 veces más alto que el promedio de Argentina. Por otro lado, son puestos de trabajo primordialmente registrados, donde es el segundo sector de mayor formalidad, solo por detrás del hidrocarburífero. Finalmente, de un estudio reciente del CEP XXI se desprende que el empleo generado por las compras mineras duplica al menos al empleo directo y tiene características similares a éste, porque las mineras trabajan con alta tecnología, normas y certificaciones internacionales que les exigen también a sus proveedores.

A raíz de estas particularidades -se ubica lejos de los principales centros urbanos del país e incluso lejos de los de las provincias, con empleo formal, varias veces superior al promedio nacional y genera derrame a proveedores- es que la minería tiene un potencial enorme para crear polos de desarrollo federal y descomprimir nuestros principales centros urbanos. Eso es también lo que muestra la experiencia de muchos países mineros, como Canadá o Australia, que usan a la actividad como forma de arraigar su población a territorios más alejados.

APU: ¿Cuál es el impacto de la minería sobre los ingresos de las provincias? ¿Es significativo en términos de porcentaje?

NR: En primer lugar hay que mencionar que los aportes fiscales que realiza la minería en nuestro país se distribuyen en términos generales en dos terceras partes para nación -a través del cobro de impuestos nacionales como impuesto a las ganancias, que significa al menos la mitad de la tributación del sector, retenciones, aportes a la seguridad social, IVA y otros- y el restante lo recauda de manera directa la provincia donde se desarrolla la actividad. Claro que parte de lo recaudado por el primer grupo de impuestos vuelve a la provincia de origen a través de la coparticipación, pero también se distribuye al resto, por ser un sistema federal y solidario.

Como mencioné recién, una provincia cuenta con dos grandes fuentes de ingresos: los de origen provincial y los de origen nacional. Para una provincia minera como San Juan, la minería representa una recaudación provincial que oscila entre el 1% y el 5% de sus recursos totales -la suma de los propios y los que recibe a través de Nación-. Ahora bien, si vemos el peso de la minería en relación únicamente a los ingresos provinciales, este cociente es mayor, variando entre el 5% y 15% según el año y circunstancias tales como la producción y precio internacional.

Si tomamos como ejemplo un proyecto de gran relevancia como el de Josemaría, donde se van a invertir más de 4 mil millones de dólares para producir cobre en San Juan, el impacto sobre los recursos de la provincia -de este único proyecto- indica que, por las regalías que dejaría (en promedio, 26 millones de dólares anuales), la recaudación directa de la provincia se incrementaría un 13%. Sin duda que la sumatoria de varios proyectos mineros le otorga a las provincias grados de libertad respecto a los gobiernos centrales y autonomía para desarrollar iniciativas locales.

Sin embargo, volviendo al inicio, es importante aclarar que el impacto local de la minería no se reduce a las regalías, ya que por un lado los proyectos aportan también a diferentes fondos que las provincias construyen para el desarrollo de comunidades o infraestructura. Sobre este último punto, debe mencionarse también que cada proyecto que se desarrolla trae aparejada una importante inversión en estos rubros: Josemaría tiene prevista la construcción de 244 kilómetros de carreteras para transportar el mineral hasta la ciudad de San Juan, tendidos eléctricos de alta tensión y otras mejoras que benefician la competitividad provincial.

APU: ¿Es una actividad mano de obra intensiva?

NR: Otro aspecto relevante para las provincias es el empleo. La construcción de Josemaría va a requerir 3.000 personas en promedio y durante su operación -que se extenderá al menos durante dos décadas- se necesitarán otros 2.500 empleos entre los que serán necesarios en la mina y proveedores. En efecto, este proyecto estima que para operar necesita gastar en promedio 364 millones de dólares cada año. Dadas las dimensiones, cada proyecto implica increíbles oportunidades para desarrollar estructuras logísticas, proveedores con capacidad de brindar servicios de alta complejidad, elaboración de bienes, repuestos y muchas más.

Nuevamente, recordemos un dato que a muchos se les pasa desapercibido, que es que la minería es desde 2020 el sector mejor pago del país y que ésto es algo que se extiende también a sus proveedores. Cada uno de esos empleados mineros vuelve a sus pueblos y puede mejorar su casa, comprar en comercios locales, etc., impulsando otras actividades y creando nuevos polos urbanos.

APU: ¿Los técnicos más calificados son formados/tomados en las provincias o traídos del exterior?

NR: A pesar de la gran cantidad de mano de obra que demanda cada proyecto minero de gran escala, la relación entre trabajo y equipamiento muestra una preponderancia en la presencia de maquinaria, tecnología y capital mucho mayor a la de otros sectores, lo cual explica también que los perfiles que demanda necesiten una importante formación técnica y que el trabajo muestre tan alto nivel de remuneraciones.

A mediados de los años 90, cuando llegaron los grandes proyectos mineros al país, los formadores laborales eran frecuentemente extranjeros, provenientes de países con tradición minera como Perú, Australia o Chile, pero con el afianzamiento de la minería en nuestro país, hoy ya no es necesario contratar técnicos de otros países. Ya tenemos una trayectoria lo suficientemente significativa para abastecernos de puestos jerárquicos y profesionales para formar a las nuevas camadas de trabajadores mineros. Proyectos como Veladero en San Juan o Vanguardia en Santa Cruz se han convertido en una escuela de profesionales mineros de mandos medios, superintendentes y técnicos que migran hacia otras provincias para brindar su expertise, por ejemplo, es muy probable que en Salta, en un momento inicial los puestos jerárquicos se cubran mayormente con personal de otras provincias.

Esto no significa que no haya ninguna falencia de perfiles profesionales. Por supuesto que se registran dificultades para dar con algunos puestos de alta especificidad, pero se trata más de problemáticas puntuales. Por otro lado, si la minería tiene un nuevo boom de inversiones -tal y como estamos viendo que va a suceder en el corto plazo con todos los proyectos que están iniciando su construcción - sí será necesario promover nuevas carreras profesionales, en especial para aquellos puestos de mayor complejidad como son ingeniería de minas.

APU: En ese sentido, en ese hilo de Twitter, usted destacaba que en San Juan el empleo formal creció en los últimos años por encima del promedio de otras provincias no mineras (como Mendoza). ¿Eso lo explica mayormente la minería?

NR: Esa situación se repite, además de en San Juan, en otra provincia minera de gran trayectoria como es Santa Cruz. Durante las últimas décadas, ambas tuvieron no solo un desempeño superior al de sus vecinos en materia de creación de empleo formal, sino que ambas registran los salarios privados más elevados de sus respectivas regiones. En el caso de la región de Cuyo, el salario promedio de San Juan es 9% superior al de Mendoza y 24% respecto a La Rioja. En tanto, en el caso de la Patagonia, la provincia de Santa Cruz cuenta con remuneraciones superiores a todas las provincias vecinas: 21% por encima de Chubut, 28% más que Neuquén, 38% sobre el salario Tierra del Fuego y 100% respecto a Río Negro.

Sin duda que la minería ha jugado un rol en estas provincias para sostener el dinamismo del empleo y mejorar salarios. Como dije antes, tiene que ver con su rol traccionando proveedores y creando empleo registrado.

APU: ¿Ese impacto favorable sobre el empleo también se da en provincias como Catamarca? Estudios que reconocen el impacto de la actividad sobre el Producto Geográfico provincial son críticos en relación a los efectos sobre el empleo.

NR: El impacto en empleo se va a dar siempre que la actividad esté presente. Un informe muy claro que suelo recomendar y ya mencioné es uno reciente del CEP-XXI donde se analiza el impacto de la minería en el empleo indirecto, siempre hablando de Argentina, claro. Entre otros aspectos positivos, allí se demuestra que por cada empleo minero creado, surge uno de manera indirecta. Eso nos permite inferir que, si en 2021 hubo, en promedio, 31 mil empleos mineros directos, hay otros 31 mil indirectos que se deben a esos.

Ese hecho es lo que explica la dinámica de creación de empleo en Argentina en el último tiempo. Si uno viera, por ejemplo, la variación interanual en el empleo registrado por provincia, encontraría que las regiones que encabezan el ranking están vinculadas a actividades como la minería metalífera y de litio e hidrocarburos. Catamarca, en la comparación que menciono, encabezó la lista por tener el mejor desempeño de las 24 jurisdicciones relevadas en octubre de 2021 frente a octubre de 2020.

Eso es importante. Más aún cuando se interpreta el dato a la luz de algo que todos deberíamos tener presente que es el crecimiento desigual de nuestro modelo económico, que excluyó a grandes extensiones de nuestro país. Muchas migraciones internas se explican por este factor. Hoy, la minería brinda una clara oportunidad de desarrollo para esas provincias que fueron, en cierta forma, relegadas. En mi opinión personal, en el mediano plazo debería verse un desempeño significativo en provincias como Catamarca, Salta, Jujuy, San Juan.

Por último, creo que lo siguiente va a ilustrar esto que digo: hace unas pocas semanas, el Ministro de Desarrollo Productivo y la Secretaria de Minería Fernanda Ávila se reunieron con representantes de la minera china Zijin y anunciaron inversiones por USD 380 millones. Inversiones que van a ir a Fiambalá, a 30 kilómetros de la frontera con Chile y a 4.100 metros de altura sobre el nivel del mar que van a permitir desarrollar el proyecto de litio Tres Quebradas. El proyecto reporta una capacidad productiva estimada de 20 mil toneladas de carbonato de litio con una vida útil de operación de 35 años, lo que le va a permitir a Catamarca exportaciones promedio anuales de USD 310,5 millones. Este valor es más del doble del total exportado por la provincia de Catamarca en el año 2021. Si lo sumamos a las exportaciones actuales, da que la provincia pueda triplicar sus ventas al mundo en el mediano plazo. En este sentido, hay que destacar que existe un acierto en las políticas implementadas por el Ministro y la Secretaria de Minería, que están dando como resultado un claro interés en poner en marcha proyectos productivos mineros en nuestro país, hecho que acompañamos.

Fuente: agenciapacourondo.com.ar

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