Salinas El Timbó

Me resulta dudoso pensar que exista algún argentino que, al ir al supermercado, en el momento de comprar sal no busque los clásicos envases de Celusal o Dos Anclas.
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Más allá de cualquier propaganda fortuita, nos ocuparemos de la primera de ellas, no por preferencia sino por ser conocedor de una de las salinas que explota esta marca en El Timbó.

Industrias Químicas y Mineras Timbó SA o simplemente Timbó, propietaria de Celusal, procesa sus sales a partir de diferentes fuentes, una de ellas se encuentra en el paraje Las Salinas, distante a unos 17 kilómetros del casco urbano de la localidad El Timbó, en del departamento tucumano Burruyacu. Estas salmueras corresponden a depósitos estratificados continentales salinos que se originaron por la precipitación de sales a partir de antiguos cuerpos lacustres. La geología del subsuelo en la zona del yacimiento está constituida por sedimentitas del Mioceno hasta sedimentos más modernos de edad pleistocena.

La existencia de una estructura de tipo anticlinal y fallas asociadas han condicionado que los estratos portadores del cloruro de sodio de estas salinas posean potencias variables y se encuentren a distintas profundidades. La explotación del mineral halita se realiza por métodos de disolución y bombeo. La inyección de agua y posterior extracción se hace a través de pozos profundos análogos a los que se construyen para la captación de aguas subterráneas.

En una breve introducción de los conceptos geológico-ambientales, podemos decir que un salar es una cuenca sedimentaria en la que se han depositado cloruros, sulfatos y boratos en cantidades económicas, pudiéndose extraer la sal por medio de labores a cielo abierto o subterráneas. Estos depósitos se clasifican, según el ambiente de formación, en tres categorías: continentales, marinos y mixtos. Tanto los continentales como los marinos, a su vez se subdividen en actuales o fósiles, aplicando el término salina en lugar de salar cuando dentro del sistema hay predominio de cloruro de sodio (NaCl).

(Dedicado a la memoria de mi amigo y colega Pablo Bortolotti, quien fue asesor en el yacimiento de El Timbó durante muchos años).

Fuente: El Tribuno / Paolo Saccone

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