FAPROMIN: “Volver a las malas prácticas traerá graves consecuencias para la minería”

La Federación que reúne a cámaras provinciales advirtió que desplazar a empresas locales debilita el impacto económico de la minería en las economías regionales y pone en riesgo la sostenibilidad del sector.
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En el marco del reciente evento sobre cobre organizado por Panorama Minero en San Juan, la Federación Argentina de Proveedores Mineros (FAPROMIN) —integrada por las cámaras de Jujuy, Salta, Catamarca, San Juan y Santa Cruz— emitió un comunicado con fuertes críticas hacia la estrategia de algunas empresas mineras que buscan contratar proveedores extranjeros, desplazando a firmas locales y nacionales.

El documento se presenta en un contexto de creciente tensión en varias provincias productoras, donde operadoras han manifestado públicamente su intención de facilitar el ingreso de proveedores del exterior, argumentando criterios de confianza o eficiencia.

La Federación advirtió que esa práctica puede afectar gravemente la sostenibilidad del sector y la aceptación social de la actividad, construida durante años a través del fortalecimiento de las cadenas de valor locales. A continuación, el posicionamiento completo difundido por la institución:

“Volver a las malas prácticas del pasado traerá graves consecuencias para la minería Argentina. Costó años de trabajo fortalecer la cadena de valor local en cada una de las provincias mineras, y hoy vemos como, por la actitud de algunas empresas operadoras, el modelo alcanzado está en riesgo.

Los proveedores locales, pequeños, medianos y grandes contribuyeron significativamente a que la minería deje de ser mala palabra en las comunidades.

Con la generación de empleo local, el desarrollo del segundo y tercer anillo de proveedores de cada localidad, las empresas proveedoras son, en buena parte, las garantes de la licencia social y política.

La aceptación y consenso social que permite a las empresas mineras instalarse, explorar y producir sin los sobresaltos ni conflictos de antaño.

Hoy, vemos como este modelo, y los acuerdos entre las operadoras, gobiernos, comunidades y cadena de valor son soslayados y dejados de lado.

Los ejemplos a nivel país sobran:

Solo para citar algunos, en San Juan la posición de Vicuña para con los locales y el fomento de instalación paulatina de empresas extranjeras.

En Catamarca, empresas exploradoras comienzan a reemplazar proveedores y adjudicar licitaciones a empresas extranjeras, con relación directa.

Reemplazan proveedores argentinos por empresas de sus países, aduciendo que son ‘de confianza’.

En Salta se está dando exactamente el mismo caso e inclusive, algunas empresas como Mansfield repiten el mismo patrón, poniendo a las comunidades en alerta y generando rechazos y amenazas de la vuelta de conflictos sociales.

Jujuy y Santa Cruz no están exentos de esta situación.

Estas actitudes no solo perjudican las economías provinciales y, sobre todo, de las comunidades del interior profundo de cada provincia, sino que también condicionan el futuro de otros proyectos mineros y del impulso a la actividad en otras provincias conflictivas, como Mendoza o La Rioja.

En todos los casos que se observan en las provincias mineras, es notorio el avance contra las contrataciones locales y adjudicación de contratos a empresas foráneas, que ni siquiera se preocupan por cumplir con las reglamentaciones vigentes.

En todos los casos, fueron reemplazadas empresas locales, o con fuerte arraigo local de probada capacidad de trabajo y de experiencia para poder cumplir con las exigencias de las operadoras a la hora de cumplir con sus contratos.

En todos los casos, las empresas reemplazadas tienen capacidad para brindar idéntico o mejor servicio que las foráneas.

Es una mentira decir que la cadena de valor ‘no está preparada’, como lo deslizan algunas compañías, por medio de sus portavoces.

Advertimos que, de continuar estos avances negativos, la actividad pueda volver a ser repudiada en las comunidades, como años atrás.

¿Será que los nuevos ejecutivos de las compañías no tuvieron que sufrir el descrédito, las agresiones y las acciones que complicaban sus trabajos?

Fueron muchas las empresas proveedoras de cada provincia las que pusieron cuerpo y alma en los tiempos difíciles, trabajando codo a codo con gobiernos y empresas mineras para revertir la mala imagen de la actividad, resultante de años de malas prácticas y poco impacto de la industria en las economías locales.

Fueron las empresas las que impulsaron y aplicaron la formación y el desarrollo de la cadena de valor local, gastando buena parte de sus presupuestos para tal fin.

Fueron las empresas las que incentivaron a los proveedores a asociarse y crear instituciones como la nuestra.

Ahora, nuevas gestiones y nuevos ejecutivos buscan repetir los errores del pasado.

Ahora, cuando todo ‘está fácil’, parecen haber perdido la memoria, o no leer los mapas de riesgo que les dejaron sus antecesores.

Queremos y exigimos memoria.

Queremos y exigimos que se mantenga el modelo exitoso y sostenible para todos.

Esperamos ser oídos.

Y sabemos que, cuando las papas quemen nuevamente, volverán a buscarnos por ayuda. Estamos a tiempo de evitar volver al pasado.”

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