Minería urbana para recuperar pilas y baterías en Córdoba

Solar se dedica a fabricar baterías de litio a partir de la recuperación de materiales en desuso. Hacen minería urbana para contar con ese elemento que en Argentina no se consigue, pese a ser uno de los principales exportadores.
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por Juan Pablo Carranza

Argentina es uno de los cuatro principales productores de litio en el mundo. Junto con Bolivia y Chile, cuenta con el 65 por ciento de las reservas del planeta de este elemento clave para realizar baterías eléctricas. Sin embargo, en Argentina no se fabrican.

Para poder conseguir un pedacito de este oro blanco, Solar, un emprendimiento cordobés de economía circular que está desarrollando baterías nuevas a partir de la recuperación del litio, debe hacer minería urbana y recuperar el material de las baterías en desuso.

Solar tiene casi una década. Surgió como un emprendimiento para producir baterías eléctricas para notebooks y llegó a hacerlo durante un tiempo en Catamarca. Pero las trabas a las importaciones y la imposibilidad recurrente de acceder al carbonato de litio –el derivado clave que se necesita para ensamblar– bloquearon el proyecto.

Luego de intentar importar litio 11 veces, la firma decidió abordar el problema desde otro punto de vista. Cambiaron el orden de los factores del proceso de producción, invirtieron su perspectiva y apuntaron a sumar al litio argentino a la economía circular. ¿Cómo lo hicieron?

“Lo que considerábamos como el final del proceso y el descarte, ahora se convirtió en el comienzo y punto de partida de la producción. Es nuestro insumo principal y materia prima. Vimos que se podía recuperar el litio de las baterías en desuso y, mediante la trituración y un proceso químico, reinsertarlo en el mercado con nuevos productos”, cuenta Alejandro Cometto –licenciado en Ciencias Políticas y socio fundador de Solar–, junto con Analía Monti –ingeniera química– y Guadalupe Rodríguez –licenciada en Medio Ambiente–.

Proyecto

Desde las baterías de celulares hasta las de colectivos eléctricos. La potencialidad de Solar para recuperar este tipo de material peligroso y quitarlo de los enterramientos o de la acumulación está directamente asociada al consumo de aparatos electrónicos.

“Uno toma los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) definidos por Naciones Unidas y se entusiasma con la idea de mitigar el cambio climático. Enterrar este tipo de material, que es altamente peligroso, produce un daño ambiental enorme. Una porción de litio puede considerarse un material peligroso, o bien puede ser recuperado y reintroducido a la economía circular”, apunta Cometto.

Y completa su idea con otro aspecto clave para medir el impacto ambiental que puede alcanzar el proyecto. “Además, se le pone un freno al paradigma del extractivismo minero”, agrega.

Potencialidad para la economía circular

Solar ya tiene en sus manos varios prototipos que marcan que están en el camino correcto. Son baterías para productos pequeños, pero centrales en los nuevos paradigmas urbanos y el consumo, como la micromovilidad.

A partir de la recuperación del litio, se producen baterías eléctricas para bicicletas, monopatines, celulares, aspiradoras, insumos para personas electrodependientes y hasta equipos de telecomunicaciones (UPS). Por este trabajo, Solar ganó un premio de sustentabilidad ambiental este año.

“No sólo está en sintonía con los nuevos paradigmas, sino que además permitiría bajar los costos de estos productos en el mercado y hacerlos más accesibles”, apunta Cometto.

Sin embargo, el camino para lograr la recuperación del litio no es sencillo. Cada tipo de batería requiere un tratamiento específico. Por ejemplo, no es lo mismo el proceso que demanda una batería de un celular que la de una notebook, e incluso varía según las marcas.

La separación de las baterías será entonces una parte fundamental para avanzar en el proceso en serie. Allí entra a tallar la posibilidad de sumar mano de obra para la recuperación del litio.

El litio deseado

A pesar de que Argentina es una de las principales fuentes de litio del mundo, el valor agregado que se le brinda es escaso. “Hay 200 científicos y 30 centros de investigación y desarrollo (I+D) trabajando sobre esto, pero ninguno todavía ha dado en la tecla”, agrega Cometto.

Su principal aliado es el fabricante de baterías de plomo Ithurbide. Pero durante una década les costó generar otras alianzas que aceleraran su crecimiento o que le aportaran tecnología y conocimiento para la continuidad del desarrollo científico, para así terminar la cadena de producción y poder pasar al trabajo en serie.

“La zanahoria nuestra es hacer la mayoría de las piezas de batería en Argentina”, dice Cometto. Pero la sustitución total de importaciones en el mediano plazo no es posible. Para el proceso, se necesita una sal de litio que no se produce en Argentina.

Cometto apunta que hay socios estratégicos que pueden hacer que Córdoba se convierta en un polo de movilidad eléctrica que apalanque su desarrollo. “Podríamos hacer sinergia con Volt, la empresa que fabrica autos eléctricos, y posicionar a la provincia como referencia en el país”, plantea Cometto, pero apunta que es una tarea compleja que requiere otro tipo de apoyo.

Después de varios años de solicitarla, hace un mes lograron la habilitación de la Secretaría de Ambiente de la Provincia para poder procesar litio en su planta de Toledo.

A pesar de lograr el reconocimiento del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación y el Ministerio de Industria de la Provincia de Córdoba, Cometto dice que necesitan condiciones duraderas para terminar de desarrollar la producción en serie.

Primero, realizaron convenios con la Universidad Nacional de Río Cuarto y con la de Mar del Plata. En el último tiempo, Solar trabó dos alianzas que pueden ser vitales para completar su despegue. La primera, con la Universidad de Nueva Gales del Sur, de Australia. Y la segunda, con el Instituto de Investigación y Desarrollo en Ingeniería de Procesos y Química Aplicada (IPQA) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), con el que están comenzando a diseñar el análisis sobre los insumos recuperados.

Mientras Solar avanza paso a paso, a Alejandro lo desvela una contradicción. “A pesar de que Argentina es una de las principales fuentes del mundo, nadie le pone valor agregado al litio”, repite cada vez que puede.

Fuente: Lavoz.com.ar

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