El litio y el hidrógeno verde, las nuevas alternativas a las que apuesta la Argentina

La última entrega del ciclo "El desafío energético" hizo foco en las regulaciones y los incentivos que requiere el país para dar el salto y convertirse en una potencia de las nuevas fuentes energética
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Cuando el mundo se debate en la manera de reducir la emisión de gases de efecto invernadero para frenar el cambio climático, la Argentina encuentra una oportunidad inédita de desarrollo de la mano del litio y el hidrógeno verde, que se proyectan como el futuro de la energía limpia y renovable.

En el cierre del ciclo organizado por TN “El desafío energético”, un panel de expertos conversó bajo la consigna de “Las nuevas alternativas energéticas” y se explayó sobre el potencial del país como generador de estas nuevas fuentes energéticas. También hubo espacio para intercambiar opiniones sobre las regulaciones y los incentivos necesarios para dar el salto.

Participaron de la charla:

    Alejandro Rueda, Head of Business to Business (b2b) de Enel X

    Joaquín Ubogui, ingeniero químico, referente técnico del Consorcio del Hidrógeno (H2ar)

    Hernán Letcher, asesor de presidencia de YPF en temas relacionados a litio.

    Florencio Gamallo, ingeniero, socio fundador de la Asociación Argentina de Energía Eólica y especialista en hidrógeno.

La irrupción de nuevas tecnologías para repensar la matriz energética

La transición hacia una matriz energética más limpia, que permita en el largo plazo dejar de emitir gases de efecto invernadero, es parte de la agenda global y la Argentina no quiere quedarse atrás.

Rueda apuntó que “las empresas están con un cambio que nunca se ha visto en el país: buscamos trabajar en la descarbonización y en buscar energía limpia y renovable. Las baterías de litio presentan un sinnúmero de oportunidades. El desafío es lograr una solución que cierre económica y financieramente”.

Gamallo, en tanto, imagina el futuro cercano “con una base de renovables y con la entrada del hidrogeno para acceder a mercados distintos y participación de otras tecnologías, además de la incorporación de energía eléctrica en baterías”.

“Estamos tratando una posibilidad de financiación externa para iniciar un pequeño proyecto relacionado con el hidrógeno. La cantidad de dinero dando vueltas buscando donde aterrizar es enorme. Si uno presenta algo bien concebido, eso tiene que funcionar”, agregó Gamallo, sobre las oportunidades de financiamiento.

Letcher sumó que la Argentina, junto con Chile y Bolivia, conforma “el triángulo del litio, con el 65% de las reservas” globales.

 “El litio ayuda al almacenamiento de energía. Aquí la explotación del litio está en salmuera y el mecanismo de extracción es más económico por esto. Es un proceso largo, interesante. YPF está a la vanguardia y ha puesto el ojo en eso, la exploración y explotación. El otro eje es la batería”, amplió.

A su turno, Ubogui planteó que ese recurso “tiene un potencial gigante para aplicarse en muchas industrias”.

En ese sentido, indicó que en la Argentina se producen 400.000 toneladas por año para industria de los fertilizantes, amoníaco, combustibles líquidos. “No es algo nuevo, lo que es nuevo son alternativas de uso para reducir las emisiones de CO2 y mitigar el cambio climático”, señaló.

El litio y el hidrógeno verde, las nuevas alternativas a las que apuesta la Argentina

La transición hacia energías renovables

En el camino hacia un cambio en la matriz energética, donde Argentina tiene un gran potencial con el gas de Vaca Muerta, el país debería empezar a mitigar ciertos usos y costumbre para darle un espacio creciente a las fuentes de generación más limpias. El principal problema es por dónde empezar esa transición.

“Primero buscaría no importar más gas como primer objetivo y después llegar con energía barata a lugares productivos donde no estamos llegando, como el sector minero. Imagino un usuario mucho más activo participando en la red”, aconsejó Rueda.

Gamallo remarcó que el sistema energético argentino está basado en los fósiles, que recursos más contaminantes y no renovables. A mediano y largo plazo es imprescindible abandonarlos. Hay que cambiarlas pero con la mayor sutileza posible y con todo lo demás en marcha. No podemos parar el mundo. No es sencillo, pero es necesario”, indicó.

Ubogui añade que el cambio de matriz energética será demandado primero en el exterior. “Para pensar en una matriz energética a futuro hay que contemplar muchas variables que no solo son las técnicas, sino el impacto económico o social. Hay una tendencia de empezar a incorporar al menos en la matriz eléctrica fuentes de baja emisión de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero”.

¿Qué rol debe cumplir el consumidor en esta etapa de transición? “Lo primero es consumir menos, para eso tenemos que saber medir, entender cómo se conforman los consumos y los conceptos de la boleta y entender los electrodomésticos para evitar desfasajes. Después viene lentamente la movilidad eléctrica para emitir menos y tener una ciudad más limpia de ruidos y partículas. Las baterías también pueden colaborar”, apuntó Rueda.

Energías renovables: el potencial argentino

Los expertos evaluaron que el país tiene grandes oportunidades en el sector de las energías renovables. Para aprovecharlas, no obstante, se requiere de estabilidad macroeconómica e incentivos para acelerar el desarrollo de la actividad y captar el financiamiento de los numerosos inversores externos que están en la búsqueda de los “proyectos verdes”.

Gamallo enfatizó que el país tiene “todo por hacerse y está todo dado para hacerlo, mientras a nivel internacional, hay disponibilidad de financiamiento para hacer cosas importantes”.

“Argentina debe dar señales. El mundo está lleno de fondos verdes buscando proyectos. Ni bien podamos ordenarnos y mostrar que somos un país confiable, las oportunidades son muy grandes”, indicó Rueda.

Ubogui apuntó que la cadena de valor del hidrógeno limpio, bajo en carbono, está en plena etapa de creación. “El potencial de Argentina permitiría subirse en algún punto. Hay que hacer un montón de acciones que promuevan achicar algunos de los saltos económicos”

“Primero hay que saber con qué contas. No es lo mismo el caso argentino que en otro país. La energía ha sido para nuestro país durante buenos períodos de la historia una limitación más por la macro que por la energía. El litio es de las provincias. El proceso es convencer gente, actores que quieran y entiendan el proceso de transición”, señaló Letcher.

El desafío educativo hacia una energía más renovable

El avance hacia una nueva matriz energética requiere, además, de cambios a nivel educación, tanto como consumidores como para aquellos que se desempeñarán en el nuevo mundo.

“Veo la necesidad de trabajar fuerte en reciclado y en fomentar las carreras ambientales. Es una salida no tan difícil para gente que necesita encontrar nichos, en refrigeración o iluminación, que no son temas complicados”, puntualizó Rueda.

Ubogui invitó a pensar cómo la industria del futuro va a poder ser sostenida con trabajo humano de calidad. “Desde la etapa universitaria en adelante se debería contemplar desarrollar sectores clave como estos. El hidrógeno se va a poder producir a diferentes costos con diferentes tecnologías. Si pensamos en un desarrollo educativo, necesitamos que se siembren semillas”.

Letcher coincide con la necesidad de capacitación para el trabajo de un futuro que ya llegó. Necesitamos que el conjunto de la sociedad entienda que este debate sobre energía y medioambiente es transversal; atraviesa a todos. Hay interés en avanzar en esto. En litio, el financiamiento aparece, ya apareció. Evidentemente hay que recorrer ese camino. No encontrás tanta gente capacitada en litio. Estamos trabajando en eso. En Argentina suelen venir ingenieros de Chile, hay mucho camino por recorrer”.

Energías renovables: qué necesita hacer Argentina

En la charla se profundizó sobre las reglas claras y la reconversión de la industria local como pasos fundamentales hacia un sistema con más fuentes de energía renovables.

“Si hay acuerdos claros y se ponen de acuerdo tenemos todo para hacer, la necesidad, la capacidad están y las empresas quieren ir por ahí. Hay que buscar generar fuentes de trabajo”, sostuvo Rueda. En tanto, Gamallo añadió que “el potencial es terriblemente enorme, pero la formación del recurso humano es crítica”.

Para Letcher, es clave pensar en una Argentina que “pueda tener un crecimiento sostenido en el tiempo para garantizar que tanto a los argentinos como a la empresa les vaya bien. Hay que hacer muchas cosas pero no nos puede pasar que extraigamos el litio, el valor agregado sea en China y vuelva como baterías importadas”, cerró.

Fuente: tn.com.ar

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