Desafíos económicos frenan el potencial de Argentina en la producción de Isótopos de Litio-6
Aunque el país ha emergido como uno de los principales productores de litio, necesario para la transición energética global hacia vehículos eléctricos, las condiciones económicas actuales y los recortes en el financiamiento científico están obstaculizando avances clave en la innovación del litio.
El litio-6 es un isótopo esencial para la producción de tritio, un elemento raro que podría ser vital en la energía de fusión nuclear. Este tipo de energía promete ser la solución definitiva para un suministro de energía limpia e inagotable en el futuro. Mientras que el litio convencional se usa en baterías y tiene un valor relativamente bajo en el mercado, el litio-6 es extremadamente valioso, llegando a cotizarse en decenas de miles de dólares por kilogramo.
A pesar de su enorme valor potencial, los científicos argentinos que trabajan en el proyecto de litio-6 están viendo cómo la realidad económica de su país impide que estos desarrollos prosperen. Desde la propuesta del proyecto en 2021, las dificultades económicas se han vuelto una constante. Entre la burocracia para importar equipo y la volatilidad del peso argentino, los investigadores han visto cómo su presupuesto inicial se ha reducido dramáticamente debido a la devaluación y a la inflación.
El panorama empeoró cuando el presidente Javier Milei asumió el poder y emprendió un programa de austeridad que incluye reducciones significativas en el financiamiento de la ciencia. Milei ha propuesto una disminución considerable del presupuesto para la ciencia, lo que agrava los problemas de proyectos como el del litio-6, que ya venían sufriendo las consecuencias de un tipo de cambio desfavorable y la inflación.
Fabiana Gennari, quien lidera el proyecto en Bariloche bajo el paraguas de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), expresó su frustración: “Al final de todo, nos quedamos con solo una décima parte del financiamiento original”. Gennari y su equipo no pierden la esperanza de que sus declaraciones públicas atraigan nuevas inversiones que puedan salvar el proyecto.
Argentina no está sola en la carrera por desarrollar tecnología nuclear avanzada a partir del litio-6. Actualmente, solo China y Rusia han logrado desarrollar métodos de producción a gran escala, aunque utilizando mercurio, un contaminante peligroso. La ambición de los científicos argentinos es producir litio-6 sin el uso de mercurio, un logro que podría posicionar a Argentina como líder en este campo. Sin embargo, los recortes presupuestarios y la falta de inversión amenazan con truncar estas aspiraciones.
El plan original del equipo de investigadores era enriquecer átomos de litio usando láseres, una técnica avanzada que podría evitar el uso de mercurio. Sin embargo, tras los recortes, el presupuesto se redujo tanto que ahora apenas cuentan con $100,000, una décima parte de lo necesario para adquirir el equipo de láseres. Ante esta situación, han optado por recurrir a reacciones electroquímicas, una técnica más económica pero que también presenta obstáculos técnicos significativos.
La situación es aún más irónica cuando se considera que Argentina es una de las principales fuentes de litio del mundo. A pesar de esto, los científicos se han visto obligados a importar el litio desde Asia para sus investigaciones, ya que no han podido acceder a las reservas nacionales. Horacio Corti, otro de los investigadores involucrados, intentó obtener litio de la provincia de Jujuy, una de las regiones productoras más grandes del país, pero se encontró con un callejón sin salida debido a la falta de una política clara para la asignación de estos recursos.
Este escenario pone de relieve la falta de un plan nacional integrado para aprovechar el potencial del litio de Argentina más allá de la simple exportación de materia prima. Mientras que gobiernos anteriores buscaban maximizar el valor económico del litio alentando el desarrollo de baterías y otras tecnologías en el país, el enfoque del presidente Milei es dejar que las empresas decidan por sí mismas cómo desarrollar sus cadenas de suministro.
Otro factor que amenaza el proyecto es la posible privatización de Nucleoeléctrica Argentina SA, una de las empresas estatales involucradas en la investigación del litio-6, como parte de la estrategia de privatización del gobierno. Si esta venta se concreta, podría limitar aún más los recursos destinados a la investigación científica en el país.
A pesar de estos obstáculos, los científicos argentinos siguen confiando en que su trabajo puede tener aplicaciones importantes. Además de la energía de fusión, el litio-6 podría utilizarse para recubrimientos protectores en equipos nucleares, lo que lo convertiría en un recurso valioso para las instalaciones nucleares del propio país. “Podemos usarlo en las instalaciones nucleares de Argentina, y solo eso justificaría el proyecto”, explicó Corti.
Argentina, a pesar de contar con recursos científicos y materiales de primer nivel, enfrenta un futuro incierto en el ámbito de la investigación nuclear debido a los desafíos económicos y políticos. La comunidad científica del país se encuentra en una lucha constante por mantener sus proyectos en marcha, mientras el resto del mundo avanza en la carrera por dominar las tecnologías del futuro.
Fuente: mineriaenlinea.com