El consorcio Chaco Minerals, se conforma por cinco empresas que emplean tecnología avanzada para sus estudios de prospección. Cada empresa del grupo tiene asignada un área de 400.000 hectáreas, cubriendo un total de 2 millones de hectáreas en el Chaco.

Cabe destacar que la compañía ya lleva invertidos unos USD 3 millones en esta etapa de investigaciones. Además de la búsqueda de litio, los estudios proporcionarán datos esenciales sobre los recursos hídricos subterráneos.

Según el viceministerio, estos esfuerzos “prometen” múltiples beneficios para el país, que trascienden el sector minero.

El gerente general de Chaco Minerals, Rodrigo Díaz Mallorquín explicó que la empresa utiliza el método magnetotelúrico aéreo, “una técnica geofísica que nos permite identificar materiales, minerales y capas geológicas en el subsuelo”.

Respecto al impacto que tienen estas acciones en los recursos hídricos y el desarrollo regional, el viceministro Mauricio Bejarano enfatizó que estos estudios beneficiarán no solo a la industria minera local, sino al desarrollo general del Chaco.

“Obtendremos información valiosa sobre las aguas subterráneas, tanto saladas como dulces, crucial para el desarrollo agrícola y ganadero de la región”, señaló Bejarano.

Por otra parte, aseguró que el Chaco paraguayo es clave para la economía nacional y que dicha zona -tradicionalmente ganadera-, está evolucionando hacia la agricultura. “Conocer en detalle los recursos hídricos es fundamental para su desarrollo sostenible”, agregó.

PROYECCIONES

Aunque el objetivo principal es el litio, metal esencial para baterías eléctricas, los resultados tendrán diversas aplicaciones. La identificación de acuíferos de agua dulce podría ser especialmente beneficiosa para las comunidades chaqueñas que enfrentan escasez de agua.

Bejarano subrayó finalmente que “estos esfuerzos de prospección no solo abren oportunidades económicas en el sector minero, sino que también nos brindan información vital para la gestión de nuestros recursos naturales”.