María Fernanda Monteforte: “implementar prácticas de minería sostenible es clave para el crecimiento de la industria”

“Argentina cuenta con una vasta extensión territorial que presenta un gran potencial para el desarrollo de una minería sustentable, con aproximadamente un 75% de su territorio aún sin explorar” apunta la abogada especialista en minería, María Fernanda Monteforte.
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Este recurso inexplorado le brinda al país la capacidad de multiplicar la producción de minerales clave como litio, oro, plata y cobre.

El país también es un importante productor de minerales industriales como cal, boratos, yeso, bentonita, granitos y pórfidos. Además, Argentina posee un gran potencial para la exploración de otros recursos estratégicos, como potasio, uranio y elementos críticos como tierras raras, cobalto, níquel, vanadio, antimonio, wolframio, grafito y manganeso, todos vitales para el desarrollo tecnológico y energético.

La producción minera está en auge en la Argentina y en otros países del continente, atrayendo inversiones de distintos puntos del globo, mayormente de Asia. Países como Corea del Sur, Japón, China y Australia, están presentes con inversiones en distintas provincias.

Para que la minería sea sustentable, hacen falta algunas revisiones e iniciativas que permitan un control sobre la producción y el desarrollo del potencial minero, que es el objetivo común de empresas y gobiernos.

Entre las iniciativas relevantes está, por ejemplo, lo asociado con el cierre de minas. Enfocadas en la planificación adecuada para el cierre de minas una vez que estas han agotado su vida productiva, con el objetivo de garantizar un entorno seguro y saludable. 

Esto incluye asegurar la estabilidad física y geoquímica del sitio, así como las condiciones de seguridad tanto para las personas como para el medio ambiente. Además, se busca una transición socioeconómica sostenible a largo plazo, aprovechando los beneficios generados por la actividad minera durante su operación.

“La planificación del cierre de una mina es clave para prevenir y minimizar los riesgos e impactos socioambientales”, dice María Fernanda Monteforte. Esto se logra mediante la implementación de buenas prácticas que incluyan una planificación anticipada y la disposición de mecanismos financieros que garanticen la correcta ejecución del cierre.

La actividad minera debe implementar medidas proactivas para ralentizar el cambio climático y mitigar sus efectos. En este sentido, es relevante adecuarse a ejecutar iniciativas alineadas con la Ley N° 27.520 de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático Global, considerándola una política de estado estratégica.

La minería desempeña un papel crucial como proveedor de insumos metálicos esenciales para energías renovables, la descarbonización de la economía, el almacenamiento energético y la búsqueda de la carbono neutralidad. Contribuye al cumplimiento de las metas nacionales en materia de cambio climático, abordando aspectos como la adaptación, mitigación, economía circular y las estrategias para reducir emisiones de gases de efecto invernadero a largo plazo.

En cuanto a la gestión de residuos mineros, estos provienen de las operaciones de exploración, extracción y procesamiento de minerales. Su manejo debe ser responsable, abarcando todo el ciclo de vida de la mina y aplicando las mejores técnicas disponibles, las prácticas ambientales más avanzadas y los principios de economía circular.

La prevención y gestión de los riesgos sociales asociados a la minería, permitiendo la planificación, seguimiento y transparencia de las políticas sectoriales, es una prioridad dentro de la industria. La minería, además de sus beneficios económicos, juega un papel clave en la protección de los derechos humanos, la mitigación de impactos sociales y la maximización de oportunidades para el desarrollo local.

Otro aspecto relevante son las iniciativas para identificar y evaluar Pasivos Ambientales Mineros en minas inactivas que carecen de planes de gestión o monitoreo. Estas instalaciones mineras antiguas requieren una adecuada caracterización ambiental y evaluación de riesgos para planificar su gestión. “Los planes de cierre deben seguir las mejores prácticas, asegurando la reutilización, rehabilitación y transformación del sitio en un activo ambiental útil tras el fin de la actividad minera”, señala María Fernanda Monteforte.

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A su vez, existen programas a nivel global como “Hacia una Minería Sustentable” (HMS),  una iniciativa creada por la Asociación Minera de Canadá, que establece estándares internacionales de calidad y control para garantizar una minería responsable, transparente y confiable.

Este programa cuenta con un conjunto de herramientas e indicadores que promueven un alto desempeño en la industria, asegurando que los riesgos principales asociados a la minería sean gestionados de manera adecuada. Además, incluye parámetros específicos y mecanismos de control externo para monitorear el cumplimiento de las empresas mineras.

Al adherirse a los Principios Rectores de esta iniciativa, las compañías se comprometen a trabajar en varias áreas clave:

  • Comunidades y personas: Asegurar un acercamiento responsable con las comunidades cercanas a las operaciones, gestionando la seguridad y salud de los empleados y contratistas, garantizando un ambiente adecuado.
  • Prácticas ambientales de nivel mundial: Promover operaciones responsables que protejan la biodiversidad y el medio ambiente, asegurando estándares globales de sostenibilidad.
  • Eficiencia energética y reducción de emisiones: Comprometerse a mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante sistemas de gestión, reportes y metas claras de desempeño, lo que también contribuye a reducir costos operativos.
  • “El programa también incluye la colaboración con un grupo asesor nacional que reúne a diversas partes interesadas para fomentar el diálogo, mejorar el rendimiento de la industria y adaptar el programa para garantizar avances continuos”, indica María Fernanda Monteforte.

El programa HMS se centra en la transparencia, la educación, la comunicación y el fortalecimiento de buenas prácticas mineras, adaptado específicamente a cada yacimiento. Su principio clave es la mejora continua, lo cual se garantiza a través de verificaciones internas anuales, realizadas por los responsables de las distintas áreas en los yacimientos, con la participación de las máximas autoridades de la empresa. Cada tres años, también se lleva a cabo una verificación externa por verificadores contratados, supervisados por un panel de profesionales independientes que representan a la sociedad argentina y trabajan de forma voluntaria.

El objetivo de la verificación es asegurar que el nivel de desempeño informado por el yacimiento sea coherente con los protocolos y la documentación requerida, utilizando herramientas de auditoría estándar. Este proceso incluye entrevistas con el personal relevante y la revisión de la documentación necesaria. Los verificadores externos (VE) pueden solicitar información adicional si consideran que los resultados no son consistentes y, en casos apropiados, esta revisión puede llevarse a cabo de manera online.

Dependiendo del criterio del VE, puede ser necesario entrevistar a las comunidades locales para obtener una visión más completa del desempeño de la empresa. Si se identifica alguna discrepancia entre el nivel de rendimiento verificado y el informado en la autoevaluación del yacimiento, el VE indicará claramente las razones de esta diferencia. Si la verificación revela una deficiencia menor (como la falta de fecha en un documento), la empresa tendrá un plazo de diez días hábiles para abordar el problema. Una vez resuelto, el VE revisará la nueva evidencia y determinará el nivel de desempeño final asignado al yacimiento.

“Iniciativas como la HMS marcan los estándares de la industria de cara al crecimiento que se viene ya dando con fuerza”, remarca María Fernanda Monteforte.

A medida que la demanda global de metales y minerales continúa en ascenso, impulsada por desafíos como el cambio climático y la escasez de recursos, la necesidad de implementar prácticas de minería sostenible se hace cada vez más evidente y urgente.

Fuente: reporteasia.com

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