La extracción de resina de los árboles es un proceso que se detuvo en muchas partes del mundo. Sin embargo, resulta una actividad muy redituable en lugares como la región de Castilla y León, en España. Es que el llamado "oro líquido" es considerado un posible reemplazo ecológico para el petróleo.

En las provincias de Ávila, Segovia y Valladolid, en la región noroccidental de España, hay 400 mil hectáreas de pinos resinosos, en la llamada "Tierra de Pinares", un foco de atracción inclusive para turistas, aunque muchos se acercan allí sólo para extraer la resina de sus árboles. En los años 90, cayeron su demanda y su precio, pero ahora se convirtió en un mercado en alza.

El uso de la resina es antiquísimo en España. Allí y en buena parte del Mediterráneo se usó para impermeabilizar barcos, encender antorchas y tratar quemaduras.

Hoy se estima que podría reemplazar las escasas reservas de petróleo, que podrían agotarse alrededor de 2050. No por nada, el rubro de la industria automotriz apunta a los autos eléctricos.

Desde la Universidad Autónoma de Madrid, la vicedecana de derecho, Blanca Rodríguez-Chaves, no dudó en afirmar que "la resina es el petróleo del mundo de hoy y del futuro".

"La idea es que todos los usos del petróleo sean reemplazados por la resina", destacó la funcionaria, quien recordó que "los plásticos ya se están fabricando con resinas", que además se utilizan en la industria cosmética, farmacéutica y de la construcción, en la fabricación de barnices y colas.

Rodríguez-Chaves estimó que "el bosque es un gran proveedor de recursos renovables y energía que permite sustituir los productos del petróleo" y que " la resina juega el papel principal en esto".

De hecho, un elemento derivado del petróleo, como el plástico, se puede fabricar a base de resina.

Castilla y León concentra el 95 por ciento de la extracción de resina de toda España. Hoy se afirma que esta industria podría frenar el éxodo rural en España, en un momento en que el 42 por ciento de las localidades del país afrontan la migración de los jóvenes hacia zonas urbanas.

"El futuro es permitir que los productores de resina administren 'su propio territorio'. Si el gobierno nos diera ayuda a cambio de limpiar o monitorear las montañas, trabajaríamos todo el año y habría muchos más resineros dispuestos a trabajar en las montañas", aseguró Vicente Rodríguez, productor de resina en Casavieja, uno de los 30 que hay en la provincia de Ávila.

"Somos pocos. La gente todavía se sorprende cuando nos ve resinando los pinos. Creen que somos algo del pasado. Pero no entienden que el futuro de estas áreas está conectado a la resina", subrayó. De hecho, cree que "la región podría ver un aumento en el ecoturismo" al atraer a lo más jóvenes.

De hecho, la región del Valle del Tiétar, en Ávila, se ha postulado como Reserva de la Biósfera protegida por la Unesco.

Fuente: Página 12