Entre referentes e instituciones de la Puna conformarán una mesa minera. La iniciativa apunta a generar un desarrollo sostenible, basado en la generación de empleo, creación de infraestructura, ámbitos de formación y capacitación, y en el cuidado del ambiente, especialmente del recurso agua. 

Todos en esa extensa región, que se extiende por la geografía salteña, catamarqueña y jujeña, son consciente que la actividad minera es uno de los pilares de la economía local. Pero también vislumbran la necesidad de expresarse de manera orgánica, establecer pautas comunes y de pensar en cómo afrontarán lo que se viene.

La Mesa Originaria Minera de la Puna estará conformada por referentes de distintas comunidades e instituciones. Sin duda, se convertirá en un actor de peso en el sector. “Nosotros estuvimos, estamos y estaremos aquí. Debemos involucrarnos, trabajar de manera conjunta y acompañar los proyectos mineros y los proyectos de nuestros pueblos”, dijeron. Agregaron, además, que se trata de un espacio abierto a la participación de representantes e instituciones de la Puna. 

El objetivo es que la mesa sea un ámbito participativo y de trabajo que involucre a los referentes, asociaciones y entidades no gubernamentales.    

A lo largo de estos años, las comunidades de la Puna vieron cómo se desenvuelven las compañías mineras, a través de fusiones, mesas de trabajo, asociaciones y entidades que las nuclean; y cómo esa forma de trabajo les ha permitido avanzar en sus objetivos a paso firme. Bajo ese mismo modelo, los originarios apuntan a organizarse.

A mediados de julio se llevó a cabo el “Primer encuentro de hermandad de referentes de pueblos originarios e instituciones de la Puna argentina”. Tuvo lugar Salta. Se trató de un hito significativo e histórico en la unificación de destacados representantes puneños de Jujuy, Catamarca y Salta, entre ellos, Mario Alancay, Mario Gerónimo, José Salva, Luis Caballero, Gabriela Miranda, Néstor Ramos, David Ramos, Isodro Vásquez y Luis Vacazur.

En la oportunidad, se abordaron temáticas relacionadas a la salud, medio ambiente, educación y a la economía regional, donde la preocupación compartida fue la de promover un uso equilibrado del agua. Se estableció así el compromiso de trabajar de manera conjunta en cuanto a lo social y ambiental, con el eje en la colaboración y el diálogo entre referentes, comunidades e instituciones.

Este compromiso –sostienen- busca fortalecer la inclusión social, promover prácticas sostenibles y fomentar un enfoque más participativo. Propone, además, brindar capacitaciones laborales, ambientales y para emprendedores comunitarios.

“El primer encuentro de hermandad representa un paso importante hacia la construcción de un futuro sostenible y equitativo para la región Puna Argentina. Surgió el compromiso de trabajar de manera coordinada y transparente, estableciendo alianzas estratégicas para enfrentar desafíos comunes y promover la solidaridad entre las comunidades e instituciones”, contaron al finalizar el encuentro.

Como hace más de un siglo, cuando la región conformaba el Territorio Nacional de los Andes (1900-1943) con la mirada puesta en defender la soberanía; hoy los pueblos originarios se unen para preservar su identidad, sus valores y su entorno, y para trabajar por un desarrollo integral y armonioso en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

“La conservación de la cultura ancestral, el bienestar, las tierras, el futuro para las próximas generaciones, y la protección de nuestra agua y nuestra Pachamama (naturaleza) son pilares fundamentales de este compromiso inquebrantable”, aseguraron.

Fuente: El Tribuno