Son recurrentes los siniestros viales en las rutas puneñas de Salta. Las causas van desde el pésimo estado de los caminos hasta la impericia e imprudencia de conductores. O la combinación de todas. Encima, está situación dramática puede empeorar.

"La problemática en sí es que hay una repetición de los accidentes con gravedades relativamente de medianas a altas, y esto, por la proyección de la cantidad de proyectos mineros que se desarrollan en la Puna, puede tender a aumentar. Habrá una mayor cantidad de tráfico, lo cual aumentará la exposición al riesgo", sintetizó en diálogo con El Tribuno el licenciado en Higiene y Seguridad, Tomás José Dragone.

El especialista fue parte de la charla "Manejo Defensivo: El rol del conductor en el entorno de alta montaña", que se brindó, el miércoles pasado, en el Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesiones Afines (Copaipa). Disertó junto a sus colegas de la consultora Runa, Daniel Alvizu y Omar Encalada.

En la presentación se brindaron datos sobre la siniestralidad en las rutas de la Puna de Salta, recogidos de reportes oficiales. Hasta mayo se produjeron 19 siniestros viales en esta zona: 4 en enero; 5, en febrero; 5, en marzo; 2, en abril y 3, en mayo. Mientras que en todo 2023 se contabilizaron 68, con una incidencia mayor de los accidentes en promedio de lo que viene ocurriendo este año.

"La característica particular de los accidentes de La Puna es que al desarrollarse el tránsito en un entorno con recursos escasos, la gravedad de los siniestros tiende a aumentar", explicó Ragone.

"En un choque que sucede en la ruta Salta a Güemes, la primera atención va a suceder, por ejemplo, en los próximos 20 minutos, media hora. En cambio, en la Puna, tenés que esperar que pase un vehículo porque no hay señal de celular. Ese vehículo tiene que llegar a algún lugar donde haya comunicación o una ambulancia. Esa ambulancia se tiene que trasladar hasta el lugar donde fue el accidente y ahí recién se empieza la atención primaria para luego trasladarlo al lugar más cercano, que en este caso es San Antonio de Los Cobres, un hospital de baja complejidad en realidad, que sirve simplemente para atenciones primarias, para estabilizar un paciente", agregó.

A esa situación hipotética se le debe agregar otras dos horas y media más, que es lo que puede demorar el traslado de un ambulancia entre San Antonio de los Cobres y la capital salteña, si es que el paciente así lo requiere.

Reclamos
Una solución lógica es la mejoras de las rutas. Hay obras que encara la Provincia en caminos de su jurisdicción, como el arreglo de la ruta 27, pero no es suficiente. La vía principal hacia las localidades de la Puna y emprendimientos mineros es la ruta nacional 51, cuyo mantenimiento y pavimentación (entre San Antonio de los Cobres y Sico) están totalmente paralizados, aunque desde Nación anunciaron que se iban a retomar los trabajos.

Por otro lado, además de las obras de infraestructura, distintos sectores empresarios, legislativos y en las comunidades vienen reclamando acciones de seguridad vial. Hasta ahora, sólo desde la parte privada se ofrecieron capacitaciones a choferes para el manejo en altura.

En esa línea, ya hace dos años, en el Senado provincial también se presentó el pedido para que el Ejecutivo implemente un plan estratégico vial para la Puna, donde el eje son el arreglo de caminos.

Asimismo, en diferentes reuniones entre legisladores provinciales y de los municipios de Los Andes y funcionarios provinciales, se propuso sumar cartelería y pautas de manejo comunes en las rutas de la Puna.

Fuente: El Tribuno