En noviembre de 2021, en la ciudad de Glasgow, Escocia, más de 200 países se reunieron en el marco de la COP26 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), una de las reuniones más decisivas en torno a preservar las condiciones climáticas de la Tierra, en la que se llegaron a acuerdos sobre los lineamientos que se deberán seguir durante la presente década para tratar de cumplir ese objetivo. El Pacto de Glasgow para el Clima, fue fruto de negociaciones que se realizaron tras un intenso trabajo previo que determinó la necesidad de encaminar al mundo hacia un futuro más sostenible y con bajas emisiones de carbono. La particularidad que tuvo este encuentro fue determinar que hay actividades productivas como la minería que, más allá de lo que a veces se piensa, puede contribuir decisivamente en la lucha contra el Cambio Climático, en función de las políticas de preservación del medio ambiente que le son propias a la actividad y que las viene desarrollando desde hace varias décadas.

En estos momentos contar con un planeta más verde y armónico es algo que no se discute. Lo que sucede es que hay sectores de la economía mundial que no están avanzando en la medida de lo esperado y es ahí cuando la minería demuestra la delantera que lleva en este tema con proyectos de preservación del hábitat, con muestras concretas de un trabajo realizado a conciencia y con buenos resultados. En la provincia de San Juan hay numerosos ejemplos de cómo la actividad minera ha contribuido con emprendimientos agrícolas y ganaderos y la preservación de la flora y la fauna autóctona, en una muestra de la interacción que se ha logrado entre las empresas, la comunidad de los respectivos lugar y el medio ambiente.

En la reunión de Glasglow, la prioridad la tuvo el planteo de limitar el incremento de las temperaturas globales en sólo 1,5¦ C como techo máximo hasta el 2025, así como establecer la meta cero para 2050. La necesidad de descarbonización del ambiente fue planteada como prioritaria, al igual que el apoyo económico para fomentar aquellas inversiones apuntadas a tecnologías destinadas a un mundo verde, como el caso de la energía renovable.

La minería, desde que se iniciaron los grandes proyectos multinacionales estuvo abocada a preservar las condiciones ambientales por lo que ahora es una de las actividades con menores problemas en ese sentido. En estos últimos años la minería se ha posicionado como el sector económico que marca el rumbo de la humanidad. Los metales son los insumos críticos para poder avanzar en la electromovilidad y el almacenamiento energético. Atento a una demanda que crece exponencialmente, el requerimiento de metales como el cobre, níquel y litio podría hasta quintuplicarse para 2030. Un objetivo que se puede ejecutar sin mayores inconvenientes sabiendo que se está cumpliendo con las normas y disposiciones establecidas en la reunión de Glasgow y demás encuentros que se han venido sucediendo en relación al tema del Cambio Climático.

Fuente: Diario de Cuyo