Las provincias cargan ahora con la mochila del dólar

La economía del mes de mayo concluyó con una inflación superior al 9%, en un clima de conflictos sociales, falta de dólares y aumento de la pobreza.
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Los trabajadores instrumentaron planes de lucha por la recomposición salarial ocasionados por la inflación; esto, en un contexto político que alimenta la incertidumbre ocasionó la reactivación de la actividad gremial para obtener mejoras salariales inmediatas.

Esta realidad en nuestro país se da en un escenario de recesión porque los precios suben más que los salarios, con el agravante que, para reducir el déficit fiscal, están achicando los gastos del Estado, como los subsidios especialmente a la energía y al transporte. Es lo que vemos en nuestras facturas de la luz, el gas y el precio de los combustibles; también, reduciendo los aportes a las provincias en sus distintas versiones. La disminución del consumo se precipita en numerosos rubros que ya sienten bajas en sus ventas y las consecuencias son despidos de personal; en algunos casos; cierre de empresas; en otros, como el turismo, la provisión de alimentos y la minería por ejemplo la realidad es más luminosa, pero son la excepción.

Provincias en el cepo

Ampliando el cepo cambiarlo por la falta de dólares, el Banco Central de la República Argentina acaba de sacar el siguiente comunicado: los gobiernos provinciales deberán afrontar con sus dólares ahorrados los vencimientos de capital que correspondan a emisiones de títulos de deuda con registro en el exterior, otros endeudamientos financieros con el exterior y emisiones de títulos de deuda con registro público en el país denominados en moneda extranjera.

Esta medida rige desde el 2 de junio y hasta fin de año sin alcanzar el pago de intereses de estas deudas.

Y esto ¿qué significa? Por la crisis de reservas obligan a las provincias a usar sus propios dólares para pagar deudas. A pesar de que en estos últimos días tuvimos una tranquilidad relativa en el mercado cambiario, muchos analistas opinan que la misión de Sergio Massa en China permitió renovar exitosamente el swap con ese país y avanzó en la concreción de varias obras de infraestructura, no trajo soluciones para el Banco Central el BCRA y no habrá dólares para nadie. Por eso, ordenó a las provincias que deberán pagar el 60% de sus compromisos en moneda extranjera hasta fin de año.

El presidente de la entidad, Miguel Ángel Pesce, anticipó a los gobernadores que solo los vencimientos de títulos de deuda en moneda extranjera podrán acceder al mercado cambiario (entiéndase dólares oficiales) para pagar hasta un monto equivalente al 40%; para el resto deberán usar recursos propios a causa de las restricciones que amplían aún más el cepo cambiario como consecuencia de la sequía y la falta de reservas.

Esta medida tendría como objetivo buscar atenuar el endeudamiento en dólares del país a un ritmo que sea compatible con las necesidades de divisas y en función de la estabilidad cambiaria, interpretando que este nuevo cepo a las provincias es otro reflejo de la situación apremiante que padece nuestra economía.

Según fuentes cercanas al Ministerio de Economía, la deuda de las provincias involucradas en esta restricción seria cercana a U$S 460 millones, ya que los primeros cinco meses de este año se hicieron pagos por U$S 315 millones de capital, significa que las provincias endeudadas deberán pagar U$S 276 millones, más los intereses

Ante esta normativa,deberán pagar sus deudas con los depósitos en dólares que posean; en este grupo estarían Córdoba, Chubut, Neuquén y Tierra del Fuego; y entre las provincias que no tienen fondos disponibles en dólares se cuentan Entre Ríos, Jujuy, Mendoza y Salta.

Es decir, que las que tengan dólares, los usen, y las que no los tengan deberán depender de la benevolencia de Pesce para evitar un default provincial.

La provincia de Córdoba es la que tiene mayor deuda a vencer en moneda extranjera hasta fin de año y ya realizó un planteamiento judicial por esta medida. Los otros gobernadores también podrían hacerlo, argumentando que se trata de una medida arbitraria e ilegal y que no aporta soluciones significativas ante la falta de dólares. La Ciudad Autónoma y Salta se ven favorecidas porque los últimos vencimientos de este año los tienen en diciembre

La deuda de Salta

La Legislatura salteña aprobó en julio de 2020 un proyecto del Poder Ejecutivo para reestructurar la deuda en moneda extranjera que hasta esa fecha debía abonar la provincia

Se trataba de la denominada "Restructuración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública", que autorizaba al Ministro de Economía a utilizar diversas herramientas financieras y legales para renegociar los U$S 388 millones compuestos por 38 millones del Fondo de Reparación Histórica y 350 millones del Fondo del Bicentenario emitidos en 2016 que, en los próximos años, según sus vencimientos se volverían impagables.

Los US$ 38 millones correspondían al saldo del bono emitido para crear el Fondo de Reparación Histórica que tenía como garantía las regalías hidrocarburíferas y los 350 millones restantes tenían como vencimientos de esta deuda en dólares, los años 2021, 2022, 2023 y 2024 con intereses altísimos (arriba de los 9 puntos).

La renegociación o reperfilamiento fue acompañada y garantizada por el Gobierno nacional obteniéndose disminuciones de la tasa de interés y montos de pagos anuales accesibles a las finanzas provinciales

Problemas para el que venga

Hay un escenario que se develó con absoluta claridad en la excursión de Massa por China, con magros resultados, por cierto.

Toda la ayuda del FMI no alcanza para un país que gasta sin parar y no produce. El Banco Central está en rojo (no explícito): tiene 6.000 millones de dólares de reservas brutas, que incluyen los depósitos de la gente. Ricardo López Murphy estima que ya llegan a 7.000 millones de dólares.

China no es un benefactor de los países en quiebra sino un prestamista internacional de última instancia, que cobra intereses que duplican los del FMI. El crédito de emergencia es una herramienta para el ascenso geopolítico. Se estima que el financiamiento internacional chino es equivalente en volumen al del FMI y el Banco Mundial.

La tasa de la Reserva Federal para los swap que presta a algunos países, es de alrededor el 1%; la de los préstamos del FMI, de 2,5%; la de la Eurozona, del 3,2%; la del Tesoro de los EEUU, del 4,9% y la de los préstamos chinos, del 5,2%.

Esta medida adoptada con las provincias nos da la pauta de que el cepo al dólar en todas sus variables, así como las trabas a las importaciones, seguirán sin ningún tipo de soluciones en el corto plazo con el Plan Aguantar.

Y es en estos momentos cuando nos preguntamos, qué hará el nuevo gobierno que asuma en diciembre. ¿Eliminará al momento de asumir el cepo cambiario? Tendríamos una drástica devaluación que licuará deudas, salarios y jubilaciones con el costo social y político que representa. ¿O primero acomodará la economía disminuyendo de déficit fiscal, controlando la gran cantidad de dinero en circulación, incentivando el comercio exterior y las inversiones? En ese caso, podría implementar un dólar para el comercio exterior controlado y otro financiero con libre flotación para el resto de las operaciones.

Si el cepo al dólar es liberado en forma repentina sin haber hecho los ajustes mencionados se corre el peligro de una hiperinflación. Las experiencias del Rodrigazo, en 1975 y la hiperinflación que se extendió desde febrero de 1989 hasta 1991 nos tendrían que haber enseñado cómo aplicar un buen plan de estabilización de la economía y mantenerlo en el tiempo. Todo indica que nunca lo aprendimos, o que no hay interés por hacer las cosas bien.

Fuente: El Tribuno

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