Choques por las gestión de costos, una de las razones del cambio en Rio Tinto



En una decisión que sorprendió al mundo empresarial y a los mercados, Rio Tinto anunció que su CEO, Jakob Stausholm, dejará el cargo este año tras un acuerdo con el directorio, según revelaron fuentes cercanas al proceso en una nota generada por la agencia Reuters. La causa de fondo: el desacuerdo sobre las prioridades estratégicas del gigante minero en un contexto de presión financiera.
Designado en 2021 tras un momento crítico para la empresa, Stausholm lideró una etapa de reposicionamiento global de Rio Tinto. Recuperó relaciones clave en Guinea y Mongolia, e impulsó nuevas apuestas en litio con acuerdos estratégicos en varios países. Pero su enfoque en el crecimiento y su resistencia a aplicar recortes de costos encendieron las alarmas dentro del directorio.
“Nada cambia en términos de estrategia. Pero el directorio consideró que los ajustes operativos no podían seguir esperando”, confió una de las fuentes consultadas por Reuters.
La tensión se intensificó tras el rechazo del CEO a explorar una posible fusión con Glencore, así como su negativa a revisar el rol de Chinalco, el mayor accionista británico de la firma, en medio de presiones sobre la estructura dual de cotización de la compañía en Reino Unido y Australia.
Según el reporte anual más reciente, desde que Stausholm asumió la conducción, la planta de empleados creció un 22% (hasta unos 60.000 trabajadores), mientras que los ingresos cayeron más de 10.000 millones de dólares. Los precios del mineral de hierro, principal generador de ganancias de Rio, siguen a la baja.
A pesar de las críticas por el elevado gasto en la adquisición de Arcadium Lithium por 6.700 millones de dólares, y nuevos desembolsos por más de 1.000 millones en Chile, analistas como Goldman Sachs mantienen una visión positiva a mediano plazo: la alianza con Codelco fue leída como alineada con una estrategia de crecimiento a largo plazo.
Pero dentro de la compañía, el tono era otro. Durante un retiro ejecutivo en Australia, el CFO Peter Cunningham marcó la urgencia de revertir los altos costos internos. Aun así, Stausholm —visto como un "líder estratégico, no un ajustador de gastos"— mantuvo su rumbo, lo que selló su salida.
Entre los posibles reemplazos se mencionan a Simon Trott (jefe de hierro), Bold Baatar (director comercial) y Jérôme Pécresse (líder del área de aluminio), este último con ventaja por su estilo gerencial orientado al control presupuestario.
“Rio tiene activos increíbles, pero una burocracia inflada. No necesita otro visionario en este momento”, resumió una fuente.
La salida del CEO marca un giro en el equilibrio entre expansión e infraestructura interna en una de las mineras más grandes del planeta. El sucesor, aún no designado, tendrá el desafío de sostener el crecimiento sin perder eficiencia.

