El cobre, esencial para la transición energética y la industria tecnológica, podría transformarse en uno de los pilares de las exportaciones argentinas en la próxima década. Según el reciente informe Panorama global de los mercados de cobre, elaborado por la Dirección Nacional de Promoción y Economía Minera, Argentina tiene un potencial para desarrollar su minería cuprífera con proyectos que podrían generar exportaciones por hasta US$11.742 millones anuales hacia 2033. Y equiparar, así, al sector exportador agroindustrial. Hay que aclarar que este estudio fue realizado previo al desmadre que provocó en los últimos días la imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos.

  
El documento destaca que la demanda mundial de cobre aumentará un 44% para 2050, impulsada por tecnologías verdes como vehículos eléctricos, energías renovables y redes de almacenamiento. Sin embargo, el mercado enfrenta un déficit crónico de oferta, agravado por el estancamiento de productores tradicionales como Chile y Perú, y la creciente dependencia de China, que controla el 47% de la refinación global.

En este escenario, países con recursos sin explotar, como la República Democrática del Congo, han ganado terreno. Argentina, que comparte el cinturón geológico de los Andes Centrales con Chile y Perú, alberga 90 millones de toneladas de recursos cupríferos, según estimaciones de la consultora internacional S&P (Standard & Poor's), ubicándose en el top 10 mundial.

Inversiones

El informe identifica ocho proyectos avanzados en el país, concentrados en San Juan, Catamarca y Salta, que requerirán una inversión total estimada en US$22.112 millones. Entre los más destacados:

-Josemaría (San Juan): En construcción, con un Capex (presupuesto) de US$4.061 millones.

-Taca Taca (Salta): En fase de factibilidad, con un Capex de US$3.583 millones.

-El Pachón (San Juan): En etapa de factibilidad y un Capex de US$4.500 millones.

-Mara (Catamarca): con un Capex de US$2.780 millones, en etapa de factibilidad.

 
Si estos proyectos finalmente se desarrollan y empiezan a producir, se espera que las exportaciones comiencen a escalar a partir de 2029, alcanzando su pico en 2033. Para entonces, el cobre representaría el 33% de las exportaciones mineras argentinas, ubicandose solo detrás del litio, que para ese año se espera que ocupe el 46% de las exportaciones.

En el escenario optimista, las ventas al exterior de cobre (US$11.742 millones en 2033) equivaldrán al 85% de las exportaciones de carne de 2023.

Se estima, además, que cada proyecto de cobre genere hasta 5.000 puestos directos por yacimiento, con efectos multiplicadores en servicios locales.

Desafíos y falencias

Según consigna el informe de Nación, el 70% de los proyectos cupríferos en el país requieren mejoras en rutas, energía y agua. Por ejemplo, El Pachón (San Juan) necesita una red eléctrica estable para su operación. Lo mismo ocurre con Taca Taca, que cuenta con un distintos planes para proveer de energía al proyecto.

En cuanto al marco regulatorio, se menciona que el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) es un avance, pero persisten trabas burocráticas. En esa línea, recordaron que en 2024, la exploración en cobre recibió solo US$427 millones en las provincias mineras, el 3,3% del presupuesto global contra US$680 millones que se invirtieron en Chile.

Fuente: El Tribuno