La minería es la principal fuente de trabajo de Santa Rosa de los Pastos Grandes desde hace por lo menos tres décadas y fue desde el principio una actividad reservada para varones, pero en los últimos años las mujeres de esa localidad de la Puna salteña empezaron a encontrar oportunidades laborales y una nueva forma de vida en este rubro.

Es el caso de Estela Fernanda Morales, quien desde hace cuatro años trabaja en la planta de litio de la canadiense Millennial Lithium, que opera el proyecto Pastos Grandes en el salar homónimo.

“Me inicié como personal de limpieza, fue pasando el tiempo y me di cuenta que al trabajar en una minera aprendés a vencer los miedos y a descartar lo que parece imposible”, contó la mujer de 39 años.

En enero de este año la ascendieron al sector de la planta piloto de litio de la empresa. 

“Nunca imaginé poder haber llegado tan lejos. Fue un gran desafío en mi vida poder trabajar a la par de varones y decir que sí se puede cuando uno se propone”, destacó Estela, quien tiene una hija de 15 años y vive con su familia en Santa Rosa de los Pastos Grandes.

“El trabajo que realizo es en SX precipitación de magnesio y calcio, también ayudo a realizar otras tareas en diferentes áreas. Quiero aprender cada día más y agradecer a la personas que tienen la predisposición de enseñarme y tienen la paciencia del mundo, me alientan para seguir adelante y no decaer”, resaltó la trabajadora minera. 

La historia de Estela es de superación y no es excepcional en Santa Rosa de los Pastos Grandes.

“Crecí en una familia humilde, no tuve la posibilidad de continuar mis estudios y tengo solo la primaria completa. Fui ama de casa, pero siempre con la disposición de salir adelante hasta que un día me ofrecieron trabajo en una empresa minera, me animé y acepté el desafío para mejorar la calidad de vida de mi familia”, dijo la mujer puneña.

Radiografía

Un trabajo etnográfico sobre Santa Rosa de los Pastos Grandes publicado en 2017 por Sebastián Humberto Abeledo, doctor en Antropología de la UNSa y el Conicet, brinda un clarificador panorama de lo que representa la minería en el pueblo puneño.

El investigador resalta que el pastoreo es y ha sido históricamente importante tanto en términos económicos, como sociales y culturales. Pero explica que esa actividad fue quedando relegada con el correr de los años por otras formas de subsistencia.

“En el presente nadie depende exclusivamente del ganado para subsistir y los pastores han elaborado una forma de economía mixta para conseguir los múltiples recursos que conforman su fondo común”, describe Abeledo en su estudio “Pastoreo, minería y transferencias estatales en Santa Rosa de los Pastos Grandes”.

Allí cuenta que el sector minero es la principal fuente de trabajo en la localidad y la división de tareas más común que reveló cuando hizo su investigación es de mujeres pastoras y hombres mineros o mujeres encargadas de lo doméstico y hombres mineros. 

Señala que la minería de boratos produjo “un verdadero impacto sobre las formas de vida del territorio a partir de los impulsos productivos que tuvo en la década de 1970”.

Fuente: El Tribuno