El ministro Shane Jones afirmó que la oposición a esa incipiente industria se basa en un "estridente" alarmismo ambiental que ignora la necesidad de crecimiento económico.

Nueva Zelanda apoyó en 2022 la prohibición bajo el gobierno de la exprimera ministra progresista Jacinda Ardern, citando el riesgo de sufrir daños "irreversibles" en ecosistemas poco conocidos.

Pero Jones, integrante de la actual coalición gobernante de centroderecha, sostuvo que esa posición está siendo replanteada.

"Estamos pensando en esto con nuestro ministro de Relaciones Exteriores", dijo a AFP en una entrevista.

"No nos podemos negar esa opción cuando los minerales críticos tienen un papel cada vez más importante", agregó.

Las empresas podrían ganar miles de millones de dólares recogiendo nódulos polimetálicos del fondo marino, cargados de manganeso, cobalto, cobre y níquel.

Pero la industria ha sido criticada por científicos y ambientalistas que temen que podría causar daños en el océano.

"Personalmente creo que la minería en el fondo marino es el más reciente trofeo verde, así que la gente está lanzando las teorías más absurdas sin pruebas", afirmó Jones.

Jones también minimizó que la postura de su país a favor de la minería debilitaría su apoyo entre los países insulares vecinos de Nueva Zelanda.

"Entiendo que cuando las pequeñas naciones insulares acuden a foros internacionales hagan mucho teatro", afirmó.

Fuente: sft/pbt/mas/zm