La necesidad de diversificar la producción de boratos en el NOA

La producción de boratos tiene su centro neurálgico en la Región Noroeste, destacando especialmente el caso de Salta.
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Aunque los números del sector son auspiciosos y el país se encuentra entre los mayores productores a nivel mundial, el desafío a futuro es incrementar el desarrollo de los denominados boratos especiales. Esta diversificación de la producción vendría de la mano con el acceso a nuevos mercados y la generación de mayor valor agregado.

Los boratos son diferentes compuestos químicos que incluyen boro, y poseen una amplísima aplicación industrial. En la Argentina la producción de estos compuestos se concentra en las provincias de Salta, Jujuy y Catamarca. Sin embargo, el caso salteño es especialmente importante, porque en ese territorio se produce algo más del 80% del total nacional. Concretamente en Salta se generan 500 mil toneladas al año, cuando la totalidad de la producción argentina se ubica en torno a las 600 mil toneladas anuales.

Argentina posee una situación privilegiada en la materia, ya que los boratos pueden hallarse en cantidades significativas en pocos sitios alrededor del mundo. El noroeste de nuestro país integra ese listado de regiones beneficiadas, junto a zonas de Perú, Bolivia, Chile, Rusia, China, Turquía y Estados Unidos.

Un poco de historia

El descubrimiento de la existencia de boratos en la Argentina data de 1876. Las primeras extracciones se registraron precisamente en Jujuy sobre fines del siglo XIX, pero fue necesario esperar hasta entrado el siglo XX, con la construcción del ferrocarril desde Salta hasta la zona de la puna, para que una incipiente industria comenzara a nacer.

La mencionada obra fue solicitada por el presidente Hipólito Irigoyen, y con la misma ya avanzada comenzó la explotación de boratos en Salar de Cauchari. Recién sobre 1956 se inician las tareas de extracción en mina Tincalayu, dando nacimiento entonces a una etapa de mayor desarrollo en la especialidad.

Múltiples aplicaciones

El boro y los compuestos relacionados se utilizan prácticamente en todas las actividades industriales. En la agricultura se registra quizás su uso más conocido, teniendo en cuenta que todos los cultivos lo precisan y que su carencia constituye uno de los principales problemas en el desarrollo agrícola.

Pero a esto se añade su empleo en esmaltes y vidriados dentro de los procesos de la industria del vidrio, en elementos hogareños como porcelana o azulejos, en cables e iluminación, en detergentes y otros productos de limpieza, en aceites y refrigerantes para la industria automotriz, en aparatos de laboratorio, en microelectrónica y computación y hasta en la industria espacial, donde se lo utiliza como agente de protección térmica al realizar el revestimiento externo de las naves.

Ventajas comparativas y la importancia de desarrollar nuevos productos

De acuerdo a investigadores de la Universidad Nacional de Salta y el CONICET, autores del estudio titulado “Análisis de la industria de los boratos del NOA para la aplicación de estrategias de diferenciación”, la producción generada en el norte argentino y especialmente en Salta cuenta con una trascendente ventaja comparativa: la diversidad de yacimientos y tipologías producidas.

Una de las caras de esta realidad es la explotación de yacimientos de tincal, hidroboracita, ulexita y colemanita, que permite la producción y comercialización de borato de sodio, calcio y magnesio. Sin embargo, los procesos de industrialización relacionados con estos minerales convirtieron al norte argentino en un polo de exportación de diferentes clases de boratos, incluyendo los refinados como el bórax y el ácido bórico.

A pesar de este éxito, en el marco de una industria que destina el 20% de su producción para exportaciones y el 80% restante para su uso a nivel nacional, el impacto de los boratos especiales todavía es poco significativo. Según los especialistas que realizaron la investigación indicada previamente, diversificar aún más la producción de boratos podría suponer un nuevo impulso para el desarrollo minero de la región noroeste.

Las estadísticas de la Secretaria de Minería de Salta dejan ver que solamente alrededor de un 3% de la producción de esta provincia destinada a la exportación se ubica en el segmento de los llamados boratos especiales. Estos compuestos son el pentaborato de sodio, el octoborato o el acido bórico de pureza elevada, entre otros. Los mismos suponen un incremento en el valor agregado ligado a la producción.

Capacitación y crecimiento

El análisis de los recursos con los que cuenta este sector industrial, como así también los desafíos que se presentan en el mercado internacional permiten llegar a una conclusión: el camino para continuar creciendo es enriquecer la diversidad productiva a través del desarrollo de nuevas tipologías de boratos.

Pero los boratos especiales requieren de un mayor know-how y de equipos de profesionales altamente especializados, dedicados por completo a la investigación en este campo. También es preciso contar con una mano de obra que posea una fuerte capacitación técnica.

Aunque en el noroeste argentino se ha registrado últimamente la apertura de nuevas opciones de formación superior en el área minera, todavía un porcentaje importante de los trabajadores del sector no cuenta ni siquiera con estudios básicos (secundarios o primarios). En consecuencia, superar el déficit en cuanto a mano de obra calificada es uno de los puntos primordiales para alcanzar una nueva etapa de desarrollo en la industria.

Fuentes: “Análisis de la industria de los boratos del NOA para la aplicación de estrategias de diferenciación” – Universidad Nacional de Salta/CONICET.

Por Heriberto Aroldo (especial para Prensa GeoMinera)

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